COMITÉ PATRIÓTICO “FRANCISCO ALBERTO CAAMAÑO DEÑÓ”
Para los dominicanos y dominicanas de genuinos sentimientos patrióticos, el 28 de abril de 1965 será siempre una fecha luctuosa, debido a que ese día la soberanía de nuestra amada Patria fue pisoteada por el desembarco de tropas del ejército y la marina de los Estados Unidos, violando no sólo nuestra soberanía e independencia, sino el derecho a la libre determinación de los pueblos y el derecho internacional.
Tras la insurrección popular cívico-militar del 24 de abril para deponer el gobierno de facto y corrupto del Triunvirato y la derrota de las tropas golpistas del CEFA en la épica batalla del puente Duarte el 27 de abril, al presidente estadounidense Lyndon B. Johnson ordenó la intervención militar de nuestro país para hacer abortar la victoria lograda por el pueblo e impedir el retorno al poder sin elecciones del gobierno legítimo y democrático del profesor Juan Bosch y la restauración de la Constitución de 1963, ahogando así en sangre y mucho dolor los anhelos de libertad, justicia social y democracia del pueblo dominicano.
La invasión militar de los yanquis legitimada por el desacreditado ministerio de colonias del imperio llamado OEA, formó en complicidad de gobiernos dictatoriales y militares de la región, entre ellos los de Brasil, Paraguay, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua, una llamada Fuerza Interamericana de Paz, FIP, acción que hoy pretenden reeditar contra otros pueblos y naciones hermanas de América Latina y otras partes del mundo, con cuya lucha y defensa de sus derechos a vivir en paz, nos solidarizamos al igual que en aquella ocasión la hicieron otros pueblos y gobiernos democráticos y progresistas con el nuestro.
Además de dividir la ciudad de Santo Domingo mediante un llamado cordón de seguridad que le permitió igualmente dividir las fuerzas constitucionalistas, crearon una junta cívico-militar encabezada por el señor Antonio Imbert Barrera para organizar y armar las huestes de San Isidro y articular un contraataque contra los combatientes de la zona norte de la capital denominado operación limpieza, en el cual fueron asesinados cientos de hombres y mujeres del pueblo, la mayoría de ellos no combatientes, llevando a cabo un criminal genocidio en los barrios de la parte norte de la ciudad.
A 56 años de esa abusiva y grosera invasión militar a nuestra Patria por el ejército de Estados Unidos, la segunda en el pasado siglo XX, es propicia la ocasión para reiterar nuestro más enérgico repudio a esa grosera agresión a nuestra soberanía e independencia, la cual hoy se expresa de manera más sigilosa a través de diferentes medios, tanto diplomáticos, como económicos y políticos, gravitando en los asuntos internos del país con el mayor descaro para garantizar los espurios intereses de sus empresas y gobierno en detrimento del interés nacional, como es el caso actualmente de las empresas mineras que pretender depredar nuestro recursos naturales, contaminando el medio ambiente y el ecosistema nacional.
EQUIPO COORDINADOR
28 de abril de 2021
