La ética digital

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POR CARLOS DEL PORTO BLANCO

CUBA.- La ética digital se dedica al estudio filosófico, que abarca el comportamiento de los usuarios ante lo que las computadoras están programadas para hacer, y cómo eso afecta a las personas y a la sociedad

Vivimos tiempos de posverdad, tiempos en que se «vive» más en las redes sociales digitales, que en el espacio físico. Como todo proceso de desarrollo, que ilumina y mata, los ejemplos sobran para demostrar hasta dónde llega el abuso de estas herramientas. pero, ¿son estas las culpables, o quienes las usan? las soluciones, más que tecnológicas, deben ser éticas, pero, ¿qué hay de esto?

La ética digital o ética de la información, también designada por los términos infoética y ciberética, es una disciplina que estudia los aspectos morales que surgen del desarrollo y aplicación de las tecnologías informáticas. La ética digital se dedica al estudio filosófico, que abarca el comportamiento de los usuarios ante lo que las computadoras están programadas para hacer, y cómo eso afecta a las personas y a la sociedad. Durante años, muchos gobiernos y organizaciones han avanzado en la regulación, así como en el diseño de políticas sobre este campo.

Desde finales del siglo XIX, con la invención de las cámaras fotográficas, proliferaron debates éticos, lo mismo ocurrió con el advenimiento de internet. Más de cien años después, el tratamiento de datos privados para uso empresarial y control gubernamental, genera, con sus continuos cambios, incesantes debates que involucran la elasticidad de los límites de la privacidad de las personas.

Aspectos tales como la agencia moral (¿pueden o no los agentes artificiales ser morales?), nuevos asuntos medioambientales (¿cómo los agentes deberían comportarse en la infosfera?), problemas que surgen del ciclo vital de la información (creación, recolección, grabación, distribución), así como la propiedad, el copyright o la brecha digital, relacionan a la infoética con los campos de la ética informática y la filosofía de la información.

A esta temática se le debe prestar mayor atención en Cuba. Es un campo fértil para encauzar investigaciones por parte de informáticos, sicólogos, sociólogos, filósofos y juristas, entre otros especialistas, con el fin de lograr comportamientos acordes a los patrones éticos de nuestra sociedad.