Por Roberto Veras
En una sociedad global donde existe un gran sufrimiento e injusticia debido al compromiso generalizado en el mundo de inyectar a toda la población las vacunas COVID que, según los gobiernos, son seguras, como se muestra, en verdad, cada vez hay más muertes e impactos dañinos para la salud de los vacunados contra el COVID.
Los gobiernos no dan crédito a los muchos y terribles impactos en la salud de las vacunas, sin importar cuántos médicos e investigadores médicos estimados presenten evidencia para detener los esfuerzos de vacunación.
Las entidades políticas y médicos siguen utilizando el mismo argumento insensible, no importa cuántas personas mueran a causa de las vacunas, a menudo a los pocos días de ser pinchadas, los que están en el poder proclaman que se salvan más vidas con el uso de las vacunas contra el COVID de las que se pierden debido a ellas.
Miles de personas en todo el mundo han muerto a causa de La covid, probablemente 100.000 o más según los datos de Unión Europea y otras naciones. Pero los grandes medios de comunicación, el sistema de salud pública y los políticos autoritarios ignoran en gran medida los impactos negativos de las vacunas.
El médico J. Bart Classen publicó un análisis extremadamente valioso, él examinó los datos de los ensayos clínicos de los tres principales fabricantes de vacunas y descubrió que sus vacunas causan más daño que bien. Aquí están los aspectos más destacados de su artículo.
Los resultados demuestran que ninguno de las vacunas proporciona un beneficio para la salud y todos los ensayos fundamentales muestran un aumento estadísticamente significativo en ‘todas las causas de morbilidad grave’ en el grupo vacunado en comparación con el grupo placebo «.
En otras palabras, encontró que cada una de las vacunas causó eventos más severos en el grupo inmunizado que en el grupo de control sin seguridad.
Esta fue su principal conclusión: «Con base en estos datos, es casi seguro que la inmunización masiva de COVID-19 está dañando la salud de la población en general.
Los principios científicos dictan que la inmunización masiva con vacunas de COVID-19 debe detenerse inmediatamente porque nos enfrentamos a una inminente catástrofe de salud pública inducida por vacunas «.
Manipulación de datos.
Su objetivo era hacer que las personas no vacunadas parecieran culpables de una pandemia que provocó la propagación continua del COVID. De hecho, lo que sí produjeron los grandes medios para influir en la opinión pública fue que las personas no vacunadas eran el problema, todo esto para ayudar a convencer a más personas de que se vacunen.
En verdad, la realidad médica es que las personas vacunadas mueren por dos razones, algunos sufren graves efectos en la salud debido a las propias vacunas, como los coágulos de sangre que matan a las personas por derrames cerebrales y otras enfermedades.
En segundo lugar, muchas son víctimas de infecciones por COVID que pueden causar la muerte porque, con el tiempo, las vacunas se vuelven cada vez más ineficaces para proteger contra COVID.
