SAN JOSÉ, Costa Rica.— En Nicaragua se ha roto la institucionalidad democrática, el Estado de derecho y hay una violación de los derechos humanos “de manera grave”, expuso el miércoles la relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Esmeralda Arosemena, durante una conferencia de prensa en Costa Rica.
Arosemena hizo las declaraciones después de presentar el Informe Anual de la CIDH correspondiente al 2021, sobre la situación en Nicaragua, junto al Relator Especial para la Libertad de Expresión, Pedro Vaca.
El capítulo IV.B del informe de la CIDH detalla la situación que encaran países como Cuba, Nicaragua, Venezuela y Guatemala. «En dichos países se observan graves violaciones a los derechos humanos y ataques a la institucionalidad democrática», indica el texto.
De los países mencionados, la CIDH destaca la iniciativa de Guatemala para establecer una ruta de trabajo basado en «un diálogo franco, con el fin de dar seguimiento a sus recomendaciones respecto de las preocupaciones observadas».
En Nicaragua el panorama no es tan alentador. Según la CIDH, a más de tres años del inicio de las protestas sociales de 18 de abril de 2018, persiste un contexto de impunidad generalizada respecto de las «graves violaciones a derechos humanos».
De igual forma el informe menciona que en Nicaragua existe un profundo deterioro de la institucionalidad democrática, sobre todo uy como resultado de las elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, cuando Daniel Ortega se impuso para un nuevo mandato de cinco años, tras encarcelar a otros los opositores que aspiraban a la presidencia.
Arosemena dijo al respecto que en Nicaragua hay «una situación compleja, difícil y por eso el apoyo, el compromiso para con las organizaciones de la sociedad civil”.