Santo Domingo, RD.- Al margen de los desafortunados fallecimientos de al menos cuatro ciudadanos a causa de las lluvias, una de las tragedias del caos ocurrido el viernes ha sido la quiebra de medios de vida, ya que muchos de los vehículos inundados eran precisamente esto para sus propietarios.
Entre ellos, se encuentran taxistas tanto tradicionales como de las plataformas tecnológicas que perdieron sus transportes con los que cada día llevan sustento a sus familiares, al igual que muchos deliverys en motores que fueron arrastrados por las correntías.
“La lluvia me tomó en el sector Galá. El carro se me inundó casi completo y ahí mismo se me trancó el motor. Para mí carro es mi empresa y ahora mismo está parada”, se lamenta Julio César Suero, quien es taxista de la compañía Santo Domingo Taxi que opera en el Distrito Nacional.
A pesar de que su carro sufrió daños mayores este taxista se siente afortunado porque aunque tuvo que irse a pie para su casa no corrió el destino de al menos dos personas que hicieron lo mismo y hoy están desaparecidas.
De él depende su esposa e hijas por lo que tendrá que reparar su vehículo lo más pronto posible porque además de lo que deberá gastar que estima en más de RD$60,000, también se le suma lo que deja de percibir por estar paralizado.
Esta es la otra tragedia invisible e incalculable del caos provocado en la ciudad más importante del país y una de las principales de todo el Caribe donde en pleno siglo XXI y con una costa cercana se carece de un esencial sistema de drenaje pluvial.
“El gasto que conlleva para un taxista, reparar un vehículo inundado más el tiempo que va a durar fuera lo único que le queda es coger préstamos como decimos”, asegura Félix Sánchez Ramírez, operador de Antena Taxi.
Todavía no se tienen estadísticas totales de todos los daños sufridos por el parque vehicular, pero las pérdidas son millonarias en vista de que habrá vehículos que deberán ser reportados como salvamentos y otros tienen daños mayores que su reparación y puesta en funcionamiento superará los RD$200,000 por unidad.
“Lo más importante es la disposición del sector para dar respuesta en el menor tiempo posible a las reclamaciones”, indicó la superintendente de Seguros Josefa Castillo, quien reiteró que solo el 25% del parque vehicular que tiene coberturas para estos casos en su póliza.
Lamentó que quienes solo tienen seguro de ley no se les podrá responder desde el sistema asegurador, ya que un seguro es un contrato entre partes.