POR ARISMENDI DIAZ SANTANA
Ante el informe financiero de SISALRIL de que las demandas médicas desbordan la disponibilidad de recursos, la persistencia del CMD lo obliga a identificar los fondos necesarios para financiar los aumentos solicitados y para atender los reclamos legítimos de los afiliados de incluir nuevos servicios de salud. Lo sensato sería suspender los paros hasta presentar dicha propuesta al CNSS
Nuevamente el Colegio Médico Dominicano (CMD) decretó una suspensión de los servicios médicos a todos los afiliados al Régimen Contributivo. Esta vez, afectando a más de 5 millones de derechohabientes de todas las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), incluyendo a la propia ARS del CMD.
Este nuevo paro se impone, a pesar de los avances en el diálogo, y de la Resolución del CNSS que autorizó aumentos por más de 2,800 millones de pesos en diferentes servicios. No han valido las informaciones de SISALRIL y de la Gerencia General del CNSS, de que las demandas del CMD más que triplican la disponibilidad financiera del SDSS.
El CNSS dispuso reactivar el Comité Nacional de Honorarios Profesionales (CNHP) para actualizar las tarifas a fin de realizar los ajustes posibles. Se espera que el CMD acoja, como corresponde, esta decisión y se prepare, técnica y financieramente, para presentar propuestas razonables.
El CMD tiene todo el derecho a disentir, y a seguir reclamando sus demandas a través de todas las instancias democráticas establecidas. Pero no existe ninguna justificación legal o moral para paralizar servicios esenciales que afectan a 5 millones de afiliados, que no tienen velas en ese entierro, y que pagan religiosamente.
Para que las peticiones sean justas, tienen que ser razonables, oportunas y sostenibles. Las demandas de los médicos no han sido sustentadas con un estudio financiero y actuarial. El CMD cuenta con suficientes recursos para contratar a especialistas que identifiquen los fondos necesarios.
Lo lógico y lo sensato es que cesen los paros hasta que el CMD someta una propuesta razonable al CNSS. Desde luego, sin reducir, bajo ningún concepto, la cantidad y calidad de los servicios a que tienen derecho los afiliados. Si las propuestas resultan viables, ¿quién se negaría?
Para acceder a las demandas del CMD habría que aumentar, en por lo menos un 2.5%, la cotización al SFS, subiéndola del 10.13% actual al 12.53%. Para ello a los trabajadores les descontarían otro 0.75% más, mientras los empleadores tendrían que aportar 1.75% adicional. Y todo, en medio de una inflación que ya ha empobrecido a los trabajadores.
¿El CMD cree que el 70% de las empresas de este país, que son micros y pequeñas, podrían sobrevivir con una carga así? ¿Cree el CMD que las empresas de zonas francas y del turismo podrían absorber ese aumento, sin afectar su competitividad? Y sólo para complacer a los médicos, y sin que los afiliados reciban un solo servicio adicional.
Otra demanda totalmente desproporcionada y distorsionante
La petición de 24,000 anual para los medicamentos es demagógica y populista. Cuando se aplique el primer nivel de atención, el 80% de los pacientes recibirá medicinas sin costo. Ello permitirá elevar el límite a 12,000 anual a favor del 20% que acudirá al segundo y tercer nivel de atención, siempre que los medicamentos sean genéricos de calidad y con igual principio activo.
Los médicos quieren que se aumenten los medicamentos para continuar prescribiendo fármacos patentados, porque de esos reciben una comisión o gratificación de los grandes laboratorios. En Estados Unidos no se permiten recetas en base a medicamentos de marca, porque los genéricos son igualmente buenos, y resultan mucho más económicos.
La Fundación Seguridad Social para todos (FSSPT) reitera su llamado al CMD a la cordura. Le reconoce su derecho a disentir y le solicita presentar las alternativas de financiamiento para cubrir sus demandas. Sin olvidar que también los afiliados reclaman servicios médicos de primera necesidad, que ameritan ser atendidas a la brevedad.