Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El bodeguero dominicano José Alba quien mató en defensa propia al afroamericano Austin Simon en mayo 2022 cuando la víctima lo atacó detrás del mostrador, testificará en una audiencia en la Cámara de Representantes hoy lunes 17 de abril sobre el desempeño del fiscal de Manhattan, Alvin Bragg que lo acusó de asesinato y lo encarceló pidiendo fianza de $250 mil dólares.
Alba, estará entre los testigos que testificarán la próxima semana sobre el desempeño del fiscal en la audiencia especial de campo del Comité Judicial de la Cámara de Representantes cerca de la oficina de la fiscalía en el Bajo Manhattan.
El bodeguero quien tenía 61 años de edad, fue acusado por la oficina de Bragg de asesinato en segundo grado el año pasado después de apuñalar fatalmente al ex convicto Simon, de 35, quien atacó a Alba mientras trabajaba dentro de la bodega.
Por las fuertes presiones del liderazgo dominicano y latino, el fiscal se vio forzado a desestimar los cargos contra Alba, en medio de protestas públicas, admitiendo que las imágenes de vigilancia muestran el bodeguero actuó en defensa propia, después que fue encarcelado en la infame prisión de Rikers Island durante varios días.
Alba regresó a la República Dominicana después de estar traumatizado por la experiencia, y se propone demandar al fiscal de Manhattan.
El presidente del Comité Judicial de la cámara, Jim Jordan (republicano de Ohio), anunció otros dos testigos para la audiencia del 17 de abril que son Madeline Brame, presidenta del Consejo de Reforma de los Derechos de las Víctimas y Jennifer Harrison, fundadora de Victims Rights NY.
El hijo de Brame, veterano del ejército y padre de tres hijos, Hason Correa, fue golpeado y apuñalado hasta la muerte en Harlem por un grupo de cuatro asaltantes en octubre de 2018.
El año pasado, la oficina de Bragg llegó a un acuerdo de culpabilidad con la única acusada que la sacó de prisión por el tiempo cumplido.
Otro acusado se declaró culpable de asalto de pandillas y fue sentenciado a solo siete años tras las rejas.
El novio de Harrison, Kevin Davis, fue apuñalado fatalmente fuera de un club de Nueva Jersey en enero de 2005 junto con su mejor amigo.
Tres sospechosos fueron arrestados en el caso, dos de los cuales llegaron a acuerdos con los fiscales para que se retiraran los cargos. El tercero se declaró culpable y solo cumplió una sentencia mínima.
Victims Rights NY actualmente mantiene una petición de «Fire Alvin Bragg» (Cancelen a Alvin Bragg) dirigida a la gobernadora Kathy Hochul por la organización y la familia de Correa.
«Obviamente está en la profesión equivocada», dijo Harrison al tabloide The NY Post el miércoles.
«Debería haberse quedado en su obviamente lucrativa carrera como abogado civil privado o unirse a la oficina del defensor público. «No necesitamos defensores públicos como fiscales», dijo. «Necesitamos fiscales como fiscales».
Harrison dijo que espera que las audiencias del congreso provoquen cambios en todo el país para ayudar a combatir la crisis del crimen.
El comité indicó que testigos adicionales pueden unirse a la audiencia inusual, que apunta al enfoque de Bragg sobre el crimen después de que el fiscal de distrito acusara al ex presidente Donald Trump de cargos relacionados con pagos de dinero secreto de 2016.
En los primeros 11 meses de su gestión el fiscal Bragg degradó el 52% de los casos de delitos graves a delitos menores. Cuando se presentaron cargos por delitos graves, su oficina ganó una condena solo del 51% de las veces.