Por Roberto Veras
En los últimos días, se ha visto un aumento de informaciones falsas o engañosas que circula en un medio de comunicación local. Esto se debe en parte al hecho de que cada vez más personas tienen acceso a internet y las redes sociales sin una preparación de comunicación adecuada, lo que facilita la propagación de información sin verificar.
Algunos individuos de la comunicación local se han estado dejando de usar para manipular informaciones y difundir información falsa con el fin de influir en la opinión pública, ganar seguidores o conseguir dinero.
Es importante tener en cuenta que la propagación de información falsa puede tener graves consecuencias, ya que puede llevar a la desinformación del público, el aumento de la polarización, la división social, y la creación de un clima de desconfianza en las instituciones y en la verdad objetiva.
Por lo tanto, es importante que todos seamos críticos con la información que recibimos y verifiquemos su veracidad antes de compartirla. Un periodista que desinforma es aquel que presenta información falsa o engañosa como si fuera verdadera.
Este tipo de periodista puede tener diferentes motivaciones para desinformar, como ganar popularidad, promover una agenda política o ideológica, o simplemente obtener beneficios económicos.
La desinformación puede tomar muchas formas, desde la publicación de noticias falsas hasta la manipulación de hechos para que se ajusten a una narrativa específica. En cualquier caso, el periodista que desinforma está socavando la confianza del público en los medios de comunicación y en la información en general.
Es importante que los periodistas se adhieran a altos estándares éticos y profesionales y verifiquen cuidadosamente la información antes de publicarla. También es importante que el público sea crítico con la información que consume y busque fuentes confiables y verificadas antes de creer en cualquier cosa.
Cabe destacar, que los medios de comunicación que desinforman pierden su credibilidad, pero además, pueden ser castigados por difundir desinformaciones, y su castigo jurídico debe ser proporcionado de acuerdo a la gravedad de la conducta y las consecuencias que causó.