NACIONES UNIDAS.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está comprometido a seguir liderando los consensos mundiales ante una etapa que supone, en su opinión, “un punto de inflexión en la historia”.
“Los ojos del mundo nos miran, como presidente de Estados Unidos entiendo el deber que tiene mi país de liderar en este momento crítico, de trabajar con países de todas las regiones, de vincularlos y unirnos en pro de una causa común”, pronunció el mandatario este martes durante su discurso ante la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas.
En ese sentido, señaló la importancia de forjar alianzas con países que “comparten una visión común sobre el futuro, en donde nuestros hijos no pasen hambre, y en donde todos tengan acceso a una salud de calidad, donde los trabajadores se sientan empoderados y en donde se protege el medio ambiente”.
Además, el jefe del ejecutivo estadounidense señaló que su objetivo es que “los conflictos se solucionen de manera pacífica” y que sean “los países quienes puedan trazar su propio destino”, sin necesidad de alterar la paz mundial.
“Estados Unidos busca un mundo más seguro, próspero y equitativo para todos los pueblos, porque sabemos que nuestro futuro está unido al de ustedes”, manifestó reiterando que “ningún país puede solucionar los retos de hoy en día solo”.
Con todo, considera que se necesita “más liderazgo y capacidades” para afrontar los retos del futuro, “especialmente en regiones que no siempre se incluyeron plenamente”.
“Tenemos que lidiar con retos más interconectados y complejos, y tenemos que cerciorarnos de que trabajemos para las personas en todas partes, no solo en algunas”, dijo convencido de que “necesitamos resultados para el siglo XXI para poder avanzar”.
REFORMAS ONU
Para ello, considera esencial que haya algunos cambios en órganos como el Consejo de Seguridad de la ONU. “El año pasado dije que Estados Unidos apoyaría la ampliación del Consejo de Seguridad y aumentar el número de miembros permanentes y no permanentes. Estados Unidos ha llevado a cabo consultas serias con muchos Estados miembros y seguiremos poniendo de nuestra parte para impulsar los esfuerzos de reforma”, argumentó el presidente.
Ese objetivo de cambio pasa, en su opinión, por “romper con la parálisis que, a menudo, mina el progreso y bloquea el consenso en el Consejo de Seguridad”. “Necesitamos más voces y más perspectivas en la mesa, las Naciones Unidas deben seguir protegiendo la paz, deben prevenir los conflictos y aliviar el sufrimiento humano”, dijo asegurando que aceptaría a aquellos países que “buscan nuevas maneras de trabajar y buscan desbloquear cuestiones difíciles”.
Puso como ejemplo el caso haitiano, donde “la comunidad del Caribe ha facilitado un diálogo en la sociedad del país caribeño” gracias a la mediación del presidente de Kenia, William Ruto, y “su disposición de ser un país líder en una misión de apoyo a la seguridad respaldada por Naciones Unidas”.
“El pueblo haitiano no puede esperar mucho más y Estados Unidos está trabajando para que las instituciones mundiales tengan una mayor capacidad de respuesta, sean más eficaces y más incluyentes”, agregó Biden al respecto.
Otros de los cambios respaldados por la Casa Blanca atienden por la reforma y la ampliación del Banco Mundial. “Vamos a ampliar su financiación para los países de renta baja y media para impulsar los progresos y así lograr los objetivos de desarrollo sostenible y abordar mejores retos interconectados, como el cambio climático”, dijo.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Ante el auge de la inteligencia artificial, que para Biden “tienen un gran potencial”, el mandatario advirtió que “representa un gran peligro”, por lo que se requiere de mayor acción común con otros países.
“Necesitamos estar seguros de que utilicemos estas herramientas como oportunidades, no como armas de opresión. Junto a líderes del mundo entero, Estados Unidos trabaja para fortalecer las normas y políticas para que las tecnologías de inteligencia artificial sean seguras, para que nosotros estemos a cargo de la tecnología y no al revés”, añadió mostrando su compromiso para “garantizar que aprovechemos el poder de la inteligencia artificial para el bien, a la vez que protegemos a nuestros ciudadanos de sus mayores riesgos”.