Por Roberto Veras
En la era de la información, la comunicación social desempeña un papel fundamental en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea. Sin embargo, en muchos casos, hemos visto cómo la defensa sesgada puede ser perjudicial para nuestro defendido.
La defensa sesgada se produce cuando los medios de comunicación, ya sea de manera consciente, presentan información de manera parcial, distorsionando la verdad o omitiendo hechos relevantes para favorecer una perspectiva particular. Esto puede ocurrir en diferentes contextos, ya sea en la política, la economía, la cultura o cualquier otro ámbito de la vida social.
Uno de los principales problemas de la defensa sesgada es que socava la confianza en los medios de comunicación y en la información en general. Cuando la gente percibe que los medios están tomando partido en lugar de informar de manera imparcial, tiende a volverse escéptica y desconfiada. Esto puede dar lugar a la polarización de la sociedad, donde cada grupo se aferra a su propia narrativa y se cierra a cualquier opinión contraria.
Además, la defensa sesgada puede distorsionar la percepción de la realidad y llevar a decisiones erróneas. Por ejemplo, si los medios de comunicación presentan de manera sistemática una visión negativa de ciertos temas o personas, la gente puede formar opiniones sin tener en cuenta todos los hechos relevantes. Esto puede tener consecuencias graves en la toma de decisiones políticas, económicas y sociales.
Es importante destacar que la defensa sesgada no es exclusiva de un solo lado del espectro político o ideológico. Puede encontrarse en todos los rincones de la sociedad y en medios de comunicación de todos los colores. Por lo tanto, es responsabilidad de los ciudadanos y de los propios medios ser críticos y exigir un periodismo honesto y equilibrado.
Para contrarrestar la defensa sesgada en la comunicación social, es esencial fomentar la educación mediática y promover la diversidad de opiniones. Los ciudadanos deben aprender a leer y analizar la información de manera crítica, cuestionando las fuentes y buscando diferentes perspectivas. Los medios, por su parte, deben esforzarse por mantener altos estándares éticos y proporcionar una cobertura equilibrada de los acontecimientos.
En resumen, la defensa sesgada en la comunicación social puede ser dañina para la sociedad al socavar la confianza, fomentar la polarización y distorsionar la percepción de la realidad. Es responsabilidad de todos nosotros luchar contra este problema y promover un periodismo honesto y equilibrado que nos ayude a comprender mejor el mundo que nos rodea.