Por Juan Veras
En el corazón de la República Dominicana, en el seno del odfelismo nacional, se celebra un evento de gran trascendencia: la Asamblea Bienal del Odfelismo. Este encuentro, cargado de significado y simbolismo, reúne a delegados de logias de todo el país, quienes tienen la valiosa oportunidad de elegir a las nuevas autoridades que dirigirán el destino de esta respetable organización.
Además, durante este evento, el Muy Respetable Gran Maestro rinde cuentas de su gestión de dos años, esperemos todos los detalles de la venta de la logia de Neyba para que puedan dar luz y transparencia. Esta tradición del odfelismo, que abraza la renovación, merece una mirada más detenida. Cabe destacar que los delegados de logias son lo que toman las decisiones del rumbo que debe seguir el odfelismo.
El odfelismo ha sido históricamente un faro de fraternidad, igualdad y conocimiento. La asamblea bienal es un reflejo de estos valores, donde la diversidad de pensamientos y la apertura a la discusión se celebran, sin embargo este día es oportuno para corregir errores o mala práctica en el ejercicio de los que ostentan puestos de relevancia.
Los delegados de logias, representantes de diferentes regiones y sectores de la sociedad, se reúnen para tomar decisiones que afectan no solo el futuro de la organización, sino también su impacto en la sociedad dominicana, son los hermanos que llevan las voces de su representados, son lo que deciden que está bien y que está mal.
La elección de nuevas autoridades es un momento clave de este evento. En una época en la que la confianza en las instituciones se ha erosionado en muchos lugares del mundo, el Odfelismo no escapa a esta erosión y demuestra su compromiso con la democracia interna y la representatividad.
Los delegados eligen a aquellos odfelos que consideran más capacitados para liderar la organización, basándose en su integridad, conocimiento y visión de futuro, y debe ganarse por los méritos, no por compadreo. Esta práctica no solo legitima a los líderes, sino que también fortalece la unidad de la fraternidad.
Además de la elección de nuevas autoridades, la Asamblea Bienal es el momento en el que el Muy Respetable Gran Maestro rinde cuentas de su gestión durante dos años. Este ejercicio de transparencia es fundamental para mantener la confianza de los miembros y la integridad de la organización.
Los odfelos dominicanos pueden escuchar de primera mano los logros, desafíos y planes futuros del liderazgo. Esta práctica fomenta la responsabilidad y el compromiso, y demuestra que el liderazgo odfelico está dispuesto a someterse a escrutinio público.
La Asamblea Bienal del Odfelismo es un evento que trasciende, es un ejemplo de cómo una organización puede abrazar la transparencia y la democracia interna. A medida que el mundo enfrenta desafíos complejos y cambiantes, esta tradición odfelica demuestra que la fraternidad puede adaptarse y prosperar mientras mantiene sus valores fundamentales.
En tiempos en los que la desconfianza en las instituciones es común, el Odfelismo Dominicano nos recuerda que la transparencia, la responsabilidad y la democracia interna son fundamentales para mantener la integridad y la relevancia de cualquier organización. Los odfelos dominicanos, al continuar esta tradición, continúan siendo un faro de luz en un mundo en constante cambio.