Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO ESTE.- Manuel Jiménez, con su mensaje en la cuenta de instagram, ha tocado un tema que, en la política contemporánea, resulta tanto relevante como urgente: la necesidad de recordar que tanto el amor como la política no pueden ser forzados, sino que deben surgir de la convicción, la simpatía o el sentimiento genuino. Es un llamado a la reflexión sobre cómo abordamos tanto nuestras relaciones personales como nuestro compromiso cívico.
Al comparar la política con el acto de hacer el amor, Jiménez nos invita a considerar la importancia de la autenticidad y la pasión en ambos aspectos de la vida. No se trata simplemente de participar por obligación o conveniencia, sino de comprometerse desde el corazón, desde esa convicción interna que impulsa verdaderamente el cambio y la acción.
Su mensaje también nos insta a pensar en la libertad como el mejor regalo que podemos darnos a nosotros mismos. Ser libres en nuestras elecciones políticas implica no solo tener la capacidad de expresar nuestras opiniones y apoyar a quienes consideramos idóneos, sino también respetar la diversidad de opiniones y defender los derechos de todos los ciudadanos.
En tiempos en los que la polarización política puede dividir a las sociedades, las palabras de Jiménez nos recuerdan la importancia de buscar la unidad en la diversidad, de construir puentes en lugar de levantar muros, tanto en el ámbito político como en nuestras relaciones personales. Al final, tanto el amor como la política encuentran su verdadero significado en la libertad y la autenticidad.