La caída de los partidos tradicionales: ¿El fin de una era política?

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POR MARINO BERIGUETE – Politólogo

En las tertulias que realizamos algunos amigos los sábados en la librería Cuesta, he mantenido el criterio de que vamos a presenciar el próximo domingo la muerte definitiva de algunos partidos tradicionales que no han tenido la visión de cambiar de estrategia.

Tampoco se ha producido un cambio generacional, vivimos entre una generación que no termina de irse y otra que no termina de nacer. Estos partidos águilas vuelan siempre hacia el norte del poder. No los acuso ni los critico porque, al final, ellos son políticos profesionales. Y en la política, no se puede estar vestido de sentimentalismo.

Crecí en un ambiente político, aunque me he distanciado de él, y no quiero formar parte porque entiendo que hay que darle paso a una generación que está esperando su turno. Presiento que lo que va a acontecer el domingo marcará el curso futuro de algunos partidos.

El sábado predije que vamos a enfrentarnos a un escenario electoral crítico, incluso llegué a decirles a mis amigos que la abstención electoral será alta el próximo domingo, oscilando entre un 55% y un 60% en las elecciones municipales.

AUTOR: Marino Beriguete – Politólogo

¿Pero cuál es la razón de esa amplia abstención electoral?

En las últimas décadas, hemos sido testigos de un fenómeno político que ha sacudido los cimientos de las estructuras tradicionales de los partidos políticos, los cuales alguna vez fueron el pilar de la representación democrática, pero hoy se encuentran en un estado de declive camino a la desaparición.

Una de las principales razones de la caída de los partidos tradicionales es la creciente desafección de los jóvenes hacia la política convencional. Los votantes han perdido la confianza en los partidos políticos debido a casos de corrupción, escándalos en el sistema judicial dominicano y promesas no cumplidas.

Esta desconfianza se ha traducido en una disminución de la participación electoral y en la búsqueda de alternativas fuera del sistema político establecido. Además, los partidos tradicionales han sido acusados de estar desconectados de la realidad y de no responder adecuadamente a las necesidades y demandas de la ciudadanía. En un mundo en constante cambio, donde los problemas se vuelven cada vez más complejos, los partidos tradicionales han sido percibidos como obsoletos y alejados de las preocupaciones reales de la sociedad. Los ciudadanos buscan representantes políticos que ofrezcan soluciones innovadoras y enfoques frescos para abordar los problemas actuales.

El surgimiento de nuevas formas de participación política, impulsadas por las redes sociales y las tecnologías de la información, ha contribuido a la erosión de los partidos tradicionales que no han ofrecido respuestas. La capacidad de los ciudadanos para conectarse y organizarse de manera independiente ha permitido el surgimiento de movimientos políticos y candidatos independientes fuera de las estructuras partidistas establecidas. Estos movimientos se presentan como alternativas más democráticas y participativas, promoviendo la voz directa de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas.

Aunque en la República Dominicana, estos movimientos aún no han obtenido resultados electorales favorables, han estado avanzando progresivamente. Por otro lado, el debilitamiento de los partidos tradicionales ha creado un vacío político y un escenario propicio para la polarización y el surgimiento de extremismos, los cuales se manifiestan en las redes sociales.

Estos movimientos políticos todavía no tienen una representación sólida ni una estructura definida, pero en cada proceso electoral han ido creciendo, aunque algunos han claudicado y se han apegado al poder, cruzando la línea que antes criticaban y que los diferenciaba de los otros políticos tradicionales.

Ahora bien, los partidos políticos tradicionales luchan más por alcanzar el cinco por ciento que por ganar el poder, porque es una forma de mantenerse en el poder sin tenerlo, a través del dinero que reciben sin cuestionamiento por parte de la Junta Central Electoral.

La política se ha fragmentado y ha impulsado posiciones más radicales cada día. Esto plantea desafíos significativos para la gobernabilidad democrática y el consenso político necesario para abordar los problemas sociales y económicos de manera efectiva.

En vista de la caída de los partidos tradicionales, se han planteado varios escenarios posibles para el futuro de la política. Algunos observadores argumentan que los partidos políticos tradicionales necesitan adaptarse y reinventarse para recuperar la confianza de los ciudadanos.

Deben adoptar agendas más inclusivas, ser más receptivos a las demandas de la sociedad y fomentar una mayor participación y transparencia. Otros consideran que la caída de los partidos tradicionales es una oportunidad para una renovación política más profunda. Sugieren la necesidad de nuevos modelos de organización política, donde la participación ciudadana y la democracia directa tengan un papel más prominente. Este enfoque buscaría una mayor participación de la sociedad civil y la creación de movimientos con una estructura menos jerárquica.

El próximo domingo dieciocho de febrero, veremos los resultados electorales, dependiendo del porcentaje de la abstención electoral nos convenceremos si los partidos políticos tradicionales sobrevivirán más allá 2028.

Suerte a los partidos políticos.

Hasta el próximo jueves.