Chequeo rutinario para descubrir cualquier enfermedad crónica

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Por Roberto Veras

SANTO DOMINGO, RD.- Recientemente tuve la experiencia que cambió mi vida en un viaje a la bulliciosa ciudad de Nueva York. Lo que comenzó como una aventura turística se convirtió en un despertar de la realidad cuando, durante un chequeo rutinario de salud, recibí un diagnóstico impactante: pre-diabetes. Mi nivel de glucosa se disparó a 530, un número que me dejó perplejo y asustado. No tenía idea de que mi vida estaba en peligro inminente.

Decidí compartir mi historia a través de este artículo con el objetivo de concienciar a todos sobre la importancia de someterse a controles de salud regulares. Gracias a un riguroso régimen alimenticio seguido durante más de 15 días, logré reducir mi glucosa en sangre a 118, casi dentro de los rangos normales. Este cambio no fue fácil, pero fue vital para mi salud.

Lo que he aprendido en este viaje hacia la gestión de una enfermedad crónica como la diabetes es que cambiar el estilo de vida es fundamental. La buena hidratación, el consumo adecuado de agua y romper la adicción a alimentos ricos en carbohidratos como el pan, la harina y el arroz son pasos esenciales.

Además, proteger la calidad del sueño y combatir el estrés son prácticas igualmente cruciales. Y no podemos pasar por alto el poder de los jugos de vegetales o los jugos verdes, que han sido un salvavidas en mi viaje hacia una mejor salud.

Absolutamente, mejorar el metabolismo y aumentar la energía son pilares fundamentales en el manejo de enfermedades crónicas como la diabetes. Estos cambios no se logran simplemente con medicamentos, sino principalmente a través de un cambio en el estilo de vida y la nutrición.

El metabolismo es el proceso mediante el cual el cuerpo convierte los alimentos en energía. Cuando este proceso funciona de manera eficiente, el cuerpo puede regular mejor los niveles de azúcar en la sangre y mantener un peso saludable. Por lo tanto, mejorar el metabolismo es esencial para controlar enfermedades como la diabetes.

El estilo de vida desempeña un papel crucial en este proceso. Esto incluye la actividad física regular, que ayuda a aumentar el metabolismo y a quemar calorías, lo que a su vez mejora la sensibilidad a la insulina. Además, reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño son aspectos importantes del estilo de vida que pueden influir positivamente en el metabolismo y en la gestión de la diabetes.

La nutrición es un componente clave. Una dieta equilibrada, rica en alimentos enteros, verduras, frutas, proteínas magras y grasas saludables, puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y mejorar la salud metabólica. Evitar los alimentos procesados, ricos en azúcares y carbohidratos refinados, es fundamental para controlar la diabetes y mantener un metabolismo saludable.

El mensaje que quiero transmitir es claro: si no tomas medidas ahora, tú o tus seres queridos podrían convertirse en víctimas de enfermedades crónicas como la diabetes o la presión arterial alta. No esperes a que sea demasiado tarde. Invierte en tu salud hoy mismo.

Espero que mi historia inspire a otros a tomar el control de su salud y a realizar cambios positivos en su estilo de vida. No subestimes el poder que tienes para transformar tu bienestar. Juntos, podemos enfrentar estas enfermedades crónicas y vivir vidas más saludables y plenas.

Estos cambios no solo benefician a quienes viven con diabetes, sino que también pueden ayudar a prevenir el desarrollo de la enfermedad en personas en riesgo. Es un recordatorio de que tenemos el poder de influir en nuestra salud a través de nuestras elecciones diarias.