El papa pide un intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania

0
154

CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco pidió este Domingo de Resurrección durante su mensaje de Pascua «un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania».

«¡Todos por todos!», aseveró el papa desde la logia central de la basílica de San Pedro para la bendición urbi et orbi ante 60.000 personas congregadas en la plaza y tras haber presidido la misa de Resurrección.

En su mensaje de Pascua en el que, como en otra ocasiones, enumeró los conflictos y males que afligen al mundo, recordó a «las víctimas de tantos conflictos que están en curso en el mundo, comenzando por los de Israel y Palestina, y en Ucrania» y pidió que «Cristo resucitado abra un camino de paz para las martirizadas poblaciones de esas regiones».

El papa instó entonces a «respetar de los principios del derecho internacional».

Y entre sus ruegos pidió «un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania». «¡Todos por todos!».

MISION DIPLOMATICA ESTANCADA

El Vaticano había mediado en pasado para el intercambio de prisioneros en los primeros meses del conflicto, pero posteriormente la misión diplomática de la Santa Sede se quedó estancada.

Francisco nombró al cardenal Matteo Zuppi para que se ocupase de una misión de mediación sobre todo humanitaria, como para que vuelvan a su país los niños ucranianos deportados a Rusia, pero por el momento no ha habido resultados.

AYUDAS HUMANITARIAS

En su mensaje, también Francisco reiteró su llamamiento para «que se garantice la posibilidad del acceso de ayudas humanitarias a Gaza, exhortando nuevamente a la rápida liberación de los rehenes secuestrados el pasado 7 de octubre y a un inmediato alto el fuego en la Franja».

«No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos», señaló el papa.

El papa también lanzó un advertencia: «No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo» y «que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme».

«La paz no se construye nunca con las armas, sino tendiendo la mano y abriendo el corazón», destacó.