Santo Domingo, RD.- En la República Dominicana, las bancas de apuestas son un fenómeno omnipresente, especialmente en los barrios populares.
Miles de dominicanos acuden diariamente a estos locales con la esperanza de dar un golpe de suerte a través de juegos de lotería y apuestas.
La proliferación de estos establecimientos es notable, ya que son visibles en casi todas las esquinas, a menudo en pequeñas infraestructuras equipadas con lo esencial para operar: un computador, una silla y una impresora para emitir los comprobantes de las apuestas realizadas.
La Dirección de Casinos y de Juegos de Azar del Ministerio de Hacienda ha indicado que existen más de 70,193 bancas de lotería y apuestas en el país.
Esta actividad no sólo es popular entre la población, sino que también representa una fuente significativa de ingresos para el Gobierno.
De hecho, en los últimos dos años, los impuestos recaudados, específicamente, de las bancas de apuestas alcanzaron los 2,301.6 millones de pesos, lo que representa un incremento del 12.2 % en comparación con el 2022, según datos de la Dirección General de Impuestos Internos.
En los primeros meses de este año los ingresos por este concepto ya han alcanzado los 320.2 millones de pesos, lo que indica un aumento del 15 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta tendencia refleja no el crecimiento del sector, sino también valor generador de ingresos fiscales para el país.
Regulación
El Gobierno de Luis Abinader ha iniciado un plan de regularización para las bancas de apuestas y casinos que incumplan con sus deberes tributarios.
Este plan implica sanciones para los negocios que no cumplan con las normativas fiscales. Sin embargo, aún no se ha publicado un listado definitivo de cierre para las bancas de apuestas no registradas que no se acogieron al plan de regularización.
Pero en medio de todo eso ha surgido un fenómeno con las apuestas digitales. La entidad ha advertido que en el país operan 21 plataformas de venta de sorteos ilegales, las cuales no cuentan con autorización del Estado dominicano. Estas plataformas, que son loterías extranjeras, operan de manera ilegal, y se exhorta a los usuarios a utilizar canales autorizados para evitar fraudes.
Para regular esta modalidad, se ha instado a los operadores de juegos por Internet a regularizarse.
Los operadores de licencias de juegos de azar por Internet deben obtener una fianza de veinte millones de pesos dominicanos (RD$ 20,000,000.00), la cual debe ser remitida a la Dirección de Casinos y Juegos de Azar del Ministerio de Hacienda antes de iniciar operaciones.
Esta fianza debe ser renovada anualmente y cubre fianza, obligaciones fiscales no cumplidas en 25 % y falta de pago de premios a apostadores en 50 %.
Preocupación
El sociólogo Carlos Andújar expreso que el fenómeno de las bancas de apuestas en la República Dominicana no es exclusivo de los dominicanos; se trata de una búsqueda de fortuna que se observa en diversas culturas.
Sin embargo, en el contexto dominicano, el juego de azar adquiere una connotación particular, ya que para muchos representa una esperanza de escapar de la pobreza a través de un golpe de suerte.
“Las apuestas permiten a las personas acumular dinero rápidamente, y mientras que la clase media alta prefiere jugar en los hoteles con un ambiente más refinado, las clases más humildes recurren a los diversos juegos de azar que se encuentran fácilmente en las bancas de apuestas”, subraya.
Señala que la proliferación de estas bancas es notable y, en muchos casos, preocupante debido a su expansión descontrolada incluso en áreas aisladas y en condiciones de infraestructura precarias.
“Esta situación ha generado una preocupación social significativa, ya que la facilidad de acceso a las apuestas puede fomentar el vicio del juego en personas que, en su mayoría, provienen de estratos económicos bajos” , manifiesta.
Indica que esas personas en lugar de utilizar sus limitados recursos para necesidades básicas, estas personas frecuentemente los destinan al juego, con la esperanza de mejorar su situación económica de manera inmediata.
Señala que otro factor de preocupación es la expansión de las bancas de apuestas, las cuales están vinculadas al poder político, ya que muchos banqueros tienen conexiones con la política.
Esto sugiere la necesidad de una regulación más estricta para controlar la presencia y operación de estas bancas. La ausencia de regulación adecuada permite que las bancas operen sin restricciones, lo que agrava el problema social, especialmente en una nación con altos índices de pobreza.
En resumen, mientras las bancas de apuestas pueden representar una esperanza de mejora económica para algunos, su expansión sin control y la falta de regulación efectiva convierten esta actividad en un problema social grave.
Es crucial que el Estado implemente medidas para regular su presencia y funcionamiento, protegiendo así a los ciudadanos más vulnerables .
Informe
2.9 Millones de personas
En pobreza monetaria, de las cuales 401,283 están en pobreza extrema.