El humor político es un recurso expresivo a través del que se denuncia o se toma partido, a partir de la reflexión visual
POR LAURA ORTEGA GAMEZ – Granma.cu
El humor gráfico puede tratar innumerables temas de la vida cotidiana, y la política en sí, y se encuentra presente en casi todos los ámbitos de la sociedad. Para Adán Iglesias Toledo, caricaturista y director del suplemento Dedeté, el humor político es un recurso expresivo a través del que se denuncia o se toma partido, a partir de la reflexión visual. Sobre ese tema dialogó con Granma, a propósito de la i Bienal Internacional de Humor Político, que se realiza en la capital cubana desde hoy y hasta el 28 de junio.
–¿Dónde se traza la línea que divide el humor cotidiano del humor político?
–Demarcarla es cada vez más difícil, sobre todo para Cuba y el tipo de receptor que aprecia la caricatura. No creo en lo apolítico, aunque no se puede ser absoluto. La realidad, cada vez con más urgencia, te exige definir tu bando. Quizá un dibujante considere que su obra es completamente “blanca”, de humor general, “desprejuiciada” de lo político; sin embargo, tan solo el hecho de producirla en Cuba y ser simpática, le puede molestar a un tipo de público y tomar ese carácter.
«Nuestro país tiene tradición y escuela en este tipo de humor. Es algo que se desarrolló con la Revolución, pero tiene antecedentes en la obra de grandes maestros que publicaron mucho en la prensa. El Bobo, creado por Eduardo Abela, con su aparente ingenuidad, denunció e ironizó sobre los desastres políticos de la época. El barbudo, otra representación del pueblo cubano, salido del cerebro y de las manos de René de la Nuez, por mucho tiempo fue portada editorial para dar puntos de vista del Gobierno cubano.
–¿Existen algunas aristas de la política que no se tratan desde el humor gráfico?
–El humor gráfico, como forma expresiva y sintética, tiene mucho peso; es subvalorado por muchos y, a la vez, muy respetado. El humor de prensa, sea del país que sea, representa la ideología del medio. Existen, desgraciadamente, muchos ejemplos de desenlaces fatales por la publicación de una caricatura que ha abordado determinado tema.
Acá, éticamente –ilustra– no se trabaja desde perspectivas que acosen o denigren al ser humano, como la discriminación racial o la homofobia. «El humor para nada es burla, es una reflexión gráfica. Actualmente, se publica muy poca caricatura de las personalidades públicas y políticas, otro género del humor en el que somos escuela. Quizá los editores consideren ofensivo ver dibujado al Presidente de la República en las páginas de su diario, sin embargo, es algo que fue tradición, y para demostrarlo, el 25 de junio se inaugurará, en la sede de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), una expo retrospectiva con caricaturas realizadas y publicadas a Fidel Castro.
–¿Por qué la necesidad de crear una Bienal?
–Es una demanda de la sección de humor gráfico de la UPEC que, en diferentes reuniones y congresos, ha planteado la necesidad de tener más espacios y eventos que permitan reflejar nuestra realidad nacional y universal. El Ministerio de Cultura ha desplegado sus instituciones en función de ella, imbricando otras manifestaciones como el teatro y el cine, para denunciar el neofascismo (tema principal de esta edición). La vamos a estar realizando en medio de la masacre al pueblo palestino. Tan solo este ejemplo justifica la necesidad de hacerla.
Tradicionalmente, el humor político suele encontrarse en la prensa, en la que está plasmada la historia de los países mediante las caricaturas; sin embargo, explica Adán, en la actualidad las redes sociales son plataformas nuevas e interesantes en las cuales se puede concientizar a una mayor cantidad de personas, que es, al fin y al cabo, uno de los objetivos principales de este género.