Bonnelly emitió detalles sobre la formación impartida en el programa educativo complementario dirigido a los agentes de la Policía Nacional
SANTO DOMINGO, RD.– Aída Hernández Bonnelly, coordinadora del programa educativo complementario para agentes de la Policía Nacional, reveló la existencia de resistencia interna hacia la reforma policial.
“Aunque esto no ocurre de manera general, nos hemos dado cuenta de que algunos agentes han manifestado su rechazo, cuestionando la necesidad de que vengan desde afuera a decirles lo que tienen que hacer dentro”, expresó Hernández Bonnelly.
La coordinadora sostuvo que a través de la formación impartida en el programa educativo complementario dirigido a los agentes de la Policía Nacional, se busca un perfil más riguroso para los postulantes, con el objetivo de asegurar el respeto a los derechos humanos y la capacidad de manejar conflictos. Agregó que su objetivo es complementar la formación necesaria para que puedan cumplir con las obligaciones establecidas por la Constitución y las leyes.
Hernández Bonnelly aseguró que este modelo educativo consta de dos módulos enfocados en habilidades personales e interpersonales, derechos humanos y valores democráticos.
«No se trata simplemente de teoría, sino de capacitar a los agentes para que apliquen estos conocimientos en su vida diaria. Por ello, utilizamos una metodología interactiva», añadió.
Además, informó que han establecido colaboraciones con 9 universidades para poder alcanzar distintas regiones del país, y próximamente se unirá la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Hernández Bonnelly destacó que el programa ha formado a cerca de 5 mil agentes, de los cuales 4,441 son rasos, cabos y sargentos, y que ya han comenzado las capacitaciones para los subalternos.
Elogió los avances alcanzados, señalando que anteriormente la formación policial duraba apenas 6 meses, lo cual consideraba insuficiente; sin embargo, ahora se ha extendido a un año.
Mirando hacia el futuro, expresó su esperanza de que en un año y medio puedan alcanzar a la mayoría de los policías, aunque reconoció que la reforma en el Instituto Policial de Educación Superior podría llevar hasta 5 años.
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«Estos son procesos a largo plazo, ya que implican un cambio cultural que no es fácil de implementar. Lo crucial es que esta iniciativa se convierta en una política de Estado, independientemente de los cambios en la administración gubernamental», concluyó.
