Los Políticos que Quieren Caerle Bien a Todo el Mundo Están Destinados al Fracaso.

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Ángel Puello

Por Ángel Puello

En el mundo de la política, intentar complacer a todo el mundo es una receta segura para el fracaso. Esta afirmación, aunque dura, revela una verdad esencial sobre la naturaleza del liderazgo político efectivo.

Los ciudadanos no buscan figuras que eviten controversias y críticas, sino líderes que defiendan con valentía sus posiciones, incluso frente a la oposición.

Un análisis más profundo de esta idea nos permite explorar las dinámicas de la política contemporánea y entender por qué es crucial que los políticos adopten una postura firme y clara.

La política es inherentemente conflictiva. La sociedad está compuesta por diversos grupos con intereses y valores a menudo contrapuestos. Por lo tanto, un político que intenta congraciarse con todos inevitablemente diluye sus mensajes y propuestas hasta el punto de la irrelevancia.

Según un estudio de Harvard Kennedy School, los políticos que intentan agradar a todos los segmentos del electorado tienden a perder credibilidad y apoyo, ya que son percibidos como indecisos y carentes de principios.

Además, la opinión pública no es monolítica. Los ciudadanos valoran la autenticidad y la coherencia. Cuando un político toma una posición clara, aunque controversial, demuestra compromiso y convicción. Esto genera un sentido de confianza y respeto, incluso entre aquellos que no están de acuerdo con sus propuestas. Los votantes prefieren líderes que se mantengan firmes en sus creencias, ya que esto reduce la ambigüedad y proporciona un sentido de estabilidad y previsibilidad.

La controversia no es sólo inevitable en la política; también es valiosa. Un político que evita las críticas a toda costa probablemente no está promoviendo ningún cambio significativo. Los cambios sociales y políticos importantes casi siempre vienen acompañados de desacuerdos y resistencia.

Por ejemplo, los padres de la patria dominicana que lucharon por nuestra independencia enfrentaron una feroz oposición, pero aquellos patriotas que impulsaron estos cambios se mantuvieron firmes en sus convicciones, lo que finalmente llevó a lograr nuestra independencia.

Hace más de 24 años que somos presidente de la Fundación Todo es Posible y durante todo ese tiempo hemos asumido una posición de crítica a los efectos desastrosos para nuestra patria del aumento cada vez mayor de la invasión haitiana pacífica.

Esta posición nos enfrenta a sectores de la comunicación y empresariales que están a favor de que continúe la invasión haitiana, pero nosotros nos hemos mantenido firmes en nuestra convicción.

Las críticas, cuando se manejan adecuadamente, pueden fortalecer a un político. Como señala John Stuart Mill en su ensayo sobre la libertad, «si toda la humanidad menos una persona tuviera una opinión, y solo una persona fuera de la opinión contraria, la humanidad no estaría más justificada en silenciar a esa persona de lo que esa persona estaría justificada en silenciar a la humanidad.» Esta perspectiva destaca la importancia de la diversidad de opiniones y el valor de enfrentar y responder a las críticas constructivas.

La historia está llena de ejemplos de líderes que han abrazado la controversia y, como resultado, han logrado un impacto duradero. Winston Churchill es un ejemplo clásico. Durante la Segunda Guerra Mundial, Churchill adoptó una postura firme contra la Alemania nazi, a pesar de las críticas y la resistencia inicial. Su liderazgo decisivo no solo le ganó el respeto y la admiración de su nación, sino que también desempeñó un papel crucial en la derrota del nazismo.

En la era de las redes sociales y la información instantánea, la autenticidad es más valiosa que nunca. Los ciudadanos tienen acceso a más información y son más capaces de detectar la falta de sinceridad. Un estudio de Pew Research Center muestra que los votantes son cada vez más escépticos y menos tolerantes con los políticos que cambian de opinión frecuentemente o que parecen evadir temas difíciles.

Los políticos que desean tener un impacto duradero deben estar dispuestos a tomar riesgos y a enfrentar la controversia de frente. Esto no significa ser obstinado o inflexible, sino más bien tener la valentía de defender lo que se cree correcto, incluso cuando no es popular. La política efectiva requiere una mezcla de pragmatismo y principios, donde el político esté dispuesto a adaptarse cuando sea necesario, pero sin comprometer sus valores fundamentales.

En resumen, los políticos que intentan agradar a todos están destinados al fracaso porque la política, por su naturaleza, requiere la toma de decisiones difíciles y la defensa de posiciones impopulares.

Los ciudadanos buscan líderes auténticos que defiendan sus convicciones con valentía.

La controversia y las críticas son parte integral del proceso político y pueden, de hecho, fortalecer a los políticos y aumentar su credibilidad. En última instancia, la autenticidad y la firmeza en las convicciones son las cualidades que definen a los líderes políticos exitosos en el mundo contemporáneo.

El autor es asesor de estrategias políticas, imagen estratégica y creativo audiovisual.