Puerto Príncipe.- Entre episodios de policías tras bandidos, crisis económica, desempleo y un sistema sanitario disfuncional, en Haití ya se habla de democracia y elecciones, porque en la llamada Perla del Caribe muchos quieren un cambio.
Por Joel Michel Varona
El reciente Estado de Emergencia de Seguridad decretado en 14 comarcas de dos departamentos, es una prueba de que la paz sigue sin asomarse en la nación caribeña, donde aun atacan, saquean, quemas comisarías y secuestran personas con poder adquisitivo.
Mientras, los niños siguen obligados por los cabecillas de las pandillas a empuñar fusiles automáticos manchando sus manos de sangre en plena edad de oro.
En ese contexto, nace la esperanza de mejorar el escenario nacional, justo cuando 600 hombres de Kenya junto a la policía de Haití orquestan operaciones para neutralizar, desmantelar y exterminar a las bandas criminales que controlan el 80 por ciento de Puerto Príncipe.
En un esfuerzo sin precedentes para abordar los desafíos cruciales que enfrenta el país, el Consejo Presidencial de Transición (CPT) publicó el 20 de julio, un decreto sobre el establecimiento de un mecanismo participativo excepcional denominado Conferencia Nacional.
El foro reúne a actores de todos los ámbitos de la vida, asociaciones, organizaciones, movimientos y grupos de interés, todos facultados para debatir problemas relacionados con los empeños fundamentales de la nación haitiana.
Aunque su tiempo de duración es limitado, permitirá a todos los agentes de la sociedad contribuir a la elaboración de soluciones apropiadas que sirvan como propuestas para conformar textos normativos y directrices sobre importantes proyectos.
Esto debe conducir a la revisión de la Constitución vigente, el desarrollo de un nuevo programa social para Haití y la renovación de las relaciones entre el Estado y la sociedad.
La Conferencia Nacional tiene entre sus objetivos crear una nueva Carta Magna que preserve los logros democráticos y contemple las aspiraciones del pueblo haitiano, al igual que sus deberes y derechos.
Estará entre sus directrices edificar un proyecto social para Haití que permita constituir una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente independiente.
No debe escapar de su visión la protección de los valores, las tradiciones, y sobre todo garantizar la unidad nacional, por lo que deberá atacar la discriminación entre el campo y la ciudad, por citar un ejemplo.
El proceso de la Conferencia Nacional se basa en los principios de transparencia e inclusión, y todos los actores, ya sean de la sociedad civil, partidos políticos, organizaciones o movimientos, están invitados a participar activamente en los debates y presentar sus propuestas.
Este enfoque participativo tiene como objetivo crear consenso en torno a los desafíos y soluciones necesarias para el futuro de Haití.
LAS ELECCIONES
El primer ministro de transición de Haití, Garry Conille, reiteró su compromiso de centrarse en la celebración de las elecciones generales en el país caribeño, donde hoy existen varios factores que tornan complejo ese proceso.
Conille visitó el Consejo Electoral Provisional (CEP) con el fin de elaborar un plan de conformidad con el acuerdo firmado entre el CPT y él, para la realización de los próximos comicios.
El jefe de gobierno indicó que el CEP contará con el equipamiento necesario para operar y ganarse la confianza de la población a través de su implementación.
Durante su intercambio de experiencias con los miembros del mencionado órgano abordó la cuestión del desplazamiento masivo de personas a las provincias, lo que podría complicar la celebración de elecciones.
Un equipo trabajará para encontrar una solución y tener todo bajo control antes de los comicios, dijo Conille citado por el diario Le National.
La confianza de Conille choca con el muro levantado por el director de CEP, Max Délice, quien vaticinó que el proceso para preparar los comicios será complejo.
En primer lugar está el tema de la violencia, y otro elemento a tener en cuenta es que el panorama electoral cambió considerablemente, «pero seguimos trabajando a pesar de la difícil situación que enfrentamos», precisó Délice.
En condiciones óptimas de seguridad, el CEP necesita entre 180 y 200 días para celebrar elecciones, dijo Délice. Debemos preparar un calendario y resolver el asunto de la poca cantidad de centros de votación accesibles por la crisis de seguridad, sin mencionar las restricciones en cuanto al movimiento de personas y la falta de equipamiento.
Hemos planteado el tema del padrón electoral, pues miles de electores fueron desplazados por la violencia o simplemente abandonaron el país, por lo cual hacer elecciones en Haití requerirá de mucha voluntad e involucra a los partidos políticos y la sociedad civil.
Cuando en Haití comienza a tomar fuerza el tema de los comicios generales previstos a celebrarse en 2025, el 93 por ciento de los ciudadanos desconfían del sistema electoral.
Según una encuesta realizado por Policité e Internews, el objetivo de la pesquisa fue comprender las perspectivas y el interés de los haitianos en la política e identificar los factores que dificultan la participación en la consulta popular.
El 93 por ciento de los encuestados desconfía del proceso electoral, el dos por ciento dice confiar en la forma de planificar las elecciones, en comparación con el 88 por ciento que califica de mala la forma de organización.
Precisan Policité e Internews que el 29 por ciento de los encuestados desea ejercer su derecho al sufragio. De este total, el 13 está seguro de hacerlo, el 16 está más o menos inseguro, y el 21 dice que puede votar dependiendo de la situación de seguridad.
El 20 por ciento insiste en que no va a votar, puntualiza la pesquisa divulgada por el diario Le Nouvelliste.