Por Balbueno Medina
Recientemente el Senado de la República aprobó en segunda lectura el proyecto de Ley que busca proteger a los periodistas del país, en momentos en que su estabilidad laboral se vea amenazada por los vaivenes que usualmente se producen en el funcionamiento de los medios de comunicación.
Para nadie es un secreto que cada vez que un medio de comunicación cambia de línea editorial o es adquirido por un nuevo dueño, las condiciones laborales de los periodistas y una gran parte del personal de apoyo, se ve amenazado por las nuevas políticas que adoptara la empresa aplicada por los ejecutivos que sean designados al frente de la misma.
En países como México y Argentina, tenemos los casos de leyes de protección laboral de los periodistas que han sido aprobadas no solamente para ese aspecto en particular, sino también para defenderlos de los abusos de poder del Estado y de las bandas organizadas del crimen y el narcotráfico, lo que no nos debe resultar extraño contar con una legislación de esa naturaleza en la República Dominicana, de la autoría de un diputado visionario y bien informado como lo es Tobías Crespo.
Esta Ley que debe ser promulgada por el presidente Luis Abinader, en los próximos días, desacuerdo al ordenamiento jurídico del país, puede muy bien funcionar de manera independiente aunque su contenido pueda ser contemplado en el nuevo Código de Comunicación que necesita y requiere el país, ya que existen precedentes como ese en nuestra legislación.
En nuestro país, se han dado casos muy particulares con periodistas que han perdido sus puestos de empleos por un simple cambio de gobierno, debido a que los medios en los que han servido han cambiado de línea editorial porque necesariamente han querido ser simpáticos con los nuevos inquilinos del poder por razones de conveniencia económica política.
Para nadie es un secreto, que esa situación ha producido en nuestro país, el despido de redacciones enteras sobre todo en canales de televisión, periódicos y emisoras de radio, cuando estas últimas mantenían una gran preponderancia e influencia en el ámbito informativo nacional.
La Ley de Protección de los Derechos Laborales de los Periodistas, es una conquista lograda por la clase periodística del país, a la vanguardia de la cual ha estado el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y el Institutito de Protección y Previsión Social del Periodista (IPPP), que contó con el apoyo decidido y desinteresado de todas las bancadas de diputados y senadores de la República, quienes vieron la necesidad de salvaguardar el ejercicio del periodismo en momentos en que hoy más que nunca necesitamos preservar los medios de comunicación mediante el uso efectivo de profesionales que contribuyan a la buena formación y educación de la sociedad que está siendo transformada por el uso abusivo de los mismos por parte de individuos carentes de formación ética, moral y profesional.
El gobierno y la sociedad dominicana deben apoyar esta iniciativa, porque como bien se explica, no solamente servirá para garantizar una mejor estabilidad laboral para los periodistas, sino que también evitará que los medios de comunicación continúen cualquierisandose como ha venido ocurriendo hasta el momento, sin que se vislumbre en lo inmediato una regulación efectiva por parte del Estado.
En definitiva, nada más apropiado que como dice esta nueva Ley que esperamos sea promulgada en los próximos días por el bien del periodismo nacional y la sociedad dominicana. La normativa establece que los periodistas que renuncien a sus puestos en medios de comunicación debido a cambios en la línea informativa que afecten su honor, reputación o intereses morales deben ser indemnizados con las mismas compensaciones que recibirían en caso de despido, lo que debe ser visto como un acto de justicia ante los casos que se han dado en medios de comunicación de nuestro país.
