Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO ESTE, RD- En un contexto donde la transparencia y la verdad son pilares fundamentales de cualquier sociedad democrática, los medios de comunicación enfrentamos constantemente desafíos que buscan limitar nuestra capacidad de informar con responsabilidad y veracidad.
Hoy, Ciudad Oriental, uno de los referentes de la información en Santo Domingo Este, se encuentra bajo la amenaza de una demanda judicial que pretende borrar de su plataforma digital un artículo publicado, con el argumento de limpiar el nombre de una persona previamente imputada en un caso judicial.
Es importante aclarar que dicho artículo no fue una creación ficticia ni un ataque infundado. La información compartida por Ciudad Oriental tuvo como base una imputación realizada por el Ministerio Público y la Policía Nacional, autoridades encargadas de investigar y esclarecer actos delictivos. Este medio, como cualquier otro comprometido con su labor, no creó los hechos; solo cumplió con su deber de informar sobre ellos.
Aceptar la solicitud de estos ciudadanos para borrar el artículo sería abrir una peligrosa puerta hacia la censura y la imposición de mordazas a la prensa. No se trata únicamente de un caso aislado; es un precedente que podría afectar a todos los medios de comunicación, en Santo Domingo Este y más allá, en su capacidad de reportar la verdad y mantener a la ciudadanía informada.
La labor del periodista es esencialmente incómoda para quienes no desean que se revele la verdad. Sin embargo, nuestra responsabilidad no es agradar, sino informar. Bajo ninguna circunstancia podemos ceder ante presiones que busquen alterar o borrar el registro histórico de los acontecimientos. Hacerlo sería traicionar a nuestros lectores, a nuestros principios y a la esencia misma de la prensa libre.
Este intento de silenciar a Ciudad Oriental es un ataque directo contra el periodismo en Santo Domingo Este. Es un atentado contra el derecho de los ciudadanos a estar informados, un principio consagrado en nuestra Constitución y protegido por los estándares internacionales de derechos humanos.
Hacemos un llamado a la reflexión. Quienes buscan limpiar su nombre tienen el derecho de hacerlo, pero a través de los canales correspondientes: ejerciendo su defensa en los tribunales, desmintiendo los hechos si son falsos y aportando pruebas que sustenten su versión.
Pedir la eliminación de un artículo no solo es un intento de reescribir la historia, sino un acto que amenaza con desmantelar uno de los pilares de la democracia: la libertad de prensa.
Ciudad Oriental, reafirma su compromiso de informar con ética, objetividad y apego a los hechos. No permitiremos que se nos imponga una mordaza ni que se socave nuestra labor de informar a nuestra comunidad. Defenderemos nuestro derecho a reportar la verdad y el derecho de nuestros lectores a conocerla, porque sin libertad de prensa no hay democracia ni justicia.
Que este sea un recordatorio para todos: la prensa no se doblega ante las amenazas. Seguiremos siendo la voz que lleva luz donde hay sombras, aunque algunos deseen apagarla.