El cardenal estadounidense Raymond Burke suena con fuerza entre los nombres de los «papables», en su caso como representante de la iglesia más conservadora y hasta reaccionaria; no en vano han sido notorios los choques que tuvo con el difunto papa Francisco por sus formas tan distintas de entender la Iglesia.
Basta recordar que Burke es uno de los principales defensores de la «misa tridentina», como se conoce al oficio religioso que se celebra según el ritual anterior a las reformas litúrgicas de 1970: consiste en una misa celebrada en latín y con el sacerdote dando la espalda a los fieles.
Burke nació hace 75 años en una localidad de Wisconsin en el seno de una familia numerosa de seis hermanos. Estudió Filosofía en Washington y luego Teología en Roma, donde fue ordenado sacerdote en 1975 por el papa Pablo VI.