Por Doctor Ramón Ceballo
En una sociedad marcada por profundas transformaciones sociales, económicas y culturales, la familia continúa siendo el núcleo fundamental y eje central del desarrollo humano y social. Su protección y fortalecimiento no es solo un imperativo moral, sino una necesidad estructural para garantizar la cohesión social, la inclusión y el bienestar colectivo.
En este contexto, se vuelve urgente la creación del Ministerio de la Familia en la República Dominicana: una institución rectora, con competencias claras y una visión integral. Responsable de las políticas públicas de protección de ese núcleo social.
Este Ministerio tendría como propósito central diseñar, ejecutar y dar seguimiento a las políticas públicas orientadas a proteger y impulsar los derechos de todos los miembros de la familia, incluyendo niños, niñas, adolescentes, jóvenes, mujeres, hombres, personas con discapacidad y adultos mayores.
Se concibe como una instancia rectora que integraría, bajo una misma estructura institucional, organismos como el Ministerio de la Mujer, el Ministerio de la Juventud, el Consejo Nacional para la Niñez (CONANI) y el Consejo Nacional de las Personas Envejecientes (CONAPE).
La creación del Ministerio de la Familia permitiría abordar, de manera unificada y eficaz, temas que hoy están dispersos en distintas dependencias, lo cual limita el alcance y el impacto de las políticas sociales.
A través de esta nueva institución se podrán crear normas, definir planes, programas y proyectos, administrar recursos y articular esfuerzos interinstitucionales, garantizando así una protección social más coherente, eficiente y centrada en la dignidad de la persona.
Uno de los grandes aportes de este Ministerio será su capacidad de prevenir y reducir factores de riesgo social y violencia que afectan a miles de familias dominicanas. La atención a menores huérfanos, personas con discapacidad, adultos mayores abandonados o víctimas de desastres, podrá ser canalizada de forma estructurada y con una perspectiva de derechos humanos.
Asimismo, permitirá desarrollar estrategias de inclusión económica y social, para facilitar la integración de estos segmentos vulnerables al desarrollo nacional.
Este ente rector también fortalecerá la comunicación social en materia de protección especial y protección social, promoviendo una cultura de respeto, solidaridad, corresponsabilidad familiar y paz. De esta forma, no solo se protegerá a los más vulnerables, sino que se contribuirá a una transformación positiva de los valores que rigen nuestra convivencia ciudadana.
Una estructura de esta naturaleza permitirá al Estado dominicano tener mayor capacidad de respuesta ante crisis sociales, brindar atención oportuna y promover el desarrollo humano en todas las etapas del ciclo vital. En definitiva, la creación del Ministerio de la Familia es una propuesta estratégica, integradora y humanista, que responde a los desafíos sociales de nuestro tiempo y que debe ser asumida como una prioridad nacional.
Porque solo fortaleciendo a la familia como núcleo social podremos construir una República Dominicana más justa, inclusiva y con oportunidades para todos.