OMS asegura «Es hora de prepararse para una segunda ola de la pandemia de Covid»

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MADRID.- Brindar para celebrar el final del coronavirus tal vez no sea aún una buena idea.

Los expertos reiteran que es tiempo de prepararse para una segunda ola de la pandemia, pero en Europa, la población y la economía reclaman oxígeno.

Reabren comercios, restaurantes, colegios. También gimnasios y piscinas, mientras Francia y Alemania llaman a eliminar las restricciones de circulación entre los países comunitarios, con el 15 de junio como fecha referente, si bien España ya ha anunciado que no abrirá el paso al turismo extranjero hasta el 1 de julio.

Entretanto, la OMS pide al mundo que esté preparado para el peor de los escenarios.

“No podemos asumir que porque la pandemia está en retroceso, va a seguir así -ha dicho el jefe de emergencias de la OMS, Mike Ryan-. Vamos a tener unos meses para prepararnos para una segunda ola. Podemos tener un nuevo pico. Eso ya sucedió con otras pandemias en el pasado, como el gripe española de 1919”.

España ha decretado diez días de luto nacional sin precedentes por los más de 27.000 muertos que ha dejado el coronavirus. Una honda cicatriz en el alma del país con consecuencias tan evidentes como el hecho que, por primera vez, el gasto en pensiones se ha reducido debido a los estragos causados por la pandemia entre los más mayores.

Según la OMS, gestos tan absurdos hasta hace poco como el saludo con el codo, la distancia social y otras pautas para evitar los contagios deberán seguir formando parte de nuestras vidas durante mucho tiempo.

En Rusia, Vladimir Putin quiere que la parada militar para celebrar el 75 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, que se anuló el 9 de mayo, tenga lugar el 24 de junio. El presidente impulsa una vuelta a la normalidad , pese a que el país ha registrado casi 9000 nuevos casos en el último día. En Rusia, como en otros lugares, el autocine está resurgiendo como antídoto frente el hastío del confinamiento.

Entre los efectos perniciosos de estos tiempos está un nuevo tipo de contaminación, provocado por mascarillas y guantes de plástico abandonados, como los que empiezan a aparecer en el fondo del mar de la turística Costa Azul francesa.