Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Muchas de los templos católicas de la arquidiócesis de Brooklyn, que reabrieron sus servicios desde el domingo, parecen escenas del crimen y áreas de construcción porque han tenido que poner cintas amarillas de las usadas por la policía y las empresas constructoras, para obligar a sus fieles guardar la distancia social de seis pies durante los oficios dentro de las edificaciones.
La iglesia Immaculate Heart of Mary (Corazón Inmaculado de María), fue una de las primeras que reabrió pero antes tuvo que ser adornadas con las referidas parafernalias para respetar los protocolos de protección y seguridad de salud por COVID-19 impuestos por las autoridades.
Tanto en los bancos como casi en todas sus áreas, incluido el altar mayor, esa parroquia tuvo que acordonar sus espacios, lo que comienza a revelar que hasta en la oración, la pandemia está forzando al mundo a cambiar de ritmo y estilo.
“Caution, Don´t Cross” (Precaución, No Cruce”, son parte de las advertencias que se leen en las cintas amarillas y que son usadas por policías y constructores para mantener a rayas al público.
«Sé que puede parecer una escena del crimen, o un sitio de construcción ¡pero es una señal de que la luz está al final del túnel!» dijo la iglesia en su página facebook, donde publicó las fotos del acordonamiento.
La iglesia de Kensington, obligada a cerrar desde el 20 de marzo en medio de la crisis del coronavirus, finalmente se le permitió abrir para una oración privada el martes después de obtener el visto bueno del obispo de Brooklyn Nicholas DiMarzio .
Las fotos muestran la casa de culto enlucida con una cinta amarilla y la advertencia «PRECAUCIÓN» al estilo de la policía, sellando bancos y capillas para que el máximo de 10 fieles permitidos en cualquier momento pueda mantenerse a salvo con seguridad.
«Sin máscara, no hay entrada», alertan otras señales, con numerosas advertencias amarillas recordando a los feligreses que mantengan el distanciamiento social de 6 pies.
«¡La distancia social es una NECESIDAD!», reza otro de los carteles.
La iglesia enfatizó en una serie de reglas estrictas, agregando que solo 10 personas a la vez son permitidas. Otras reglas son desinfectarse las manos con frecuencia y no tocar las estatuas.
La apertura del martes para las iglesias católicas en Brooklyn y Queens es solo para oración privada y devoción, con las misas todavía transmitidas en línea.
DiMarzio también otorgó permiso para comenzar a celebrar funerales, bautizos y bodas, con grupos de 10 personas, todas enmascaradas.
Pero en la iglesia Corazón Inmaculado de María, se puso una restricción que ha creado descontento en los feligreses: “Lo sentimos, baño cerrado”.
El cierre del baño ha sido criticado por muchos fieles. «La falta de baño significa que la apertura es inútil para muchas personas mayores», dijo Florence Weintraub en comentarios de redes sociales.
El ministro de jóvenes de la iglesia, John Mancuso, señaló sin embargo, que el baño solo se abrirá para oraciones privadas cortas sin misa o sacramentos y otros sugirieron que las personas de la tercera edad aún deberían permanecer aisladas en casa.
La parroquia les pidió a sus fieles que siguieran sus estrictas reglas para que puedan volver a reabrir por completo más pronto que tarde.
El arzobispo advirtió a los católicos que no esperen reanudar la vida de la iglesia como la disfrutaban antes.
«Habrá una serie de cambios diseñados para mantener a todos sanos y seguros durante la oración y la adoración», dijo en un comunicado.
«Confío en que responderemos, como pueblo fiel de Dios, a los desafíos que se nos presentan», añadió el prelado católico.