Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ La iglesia pentecostal dirigida por el pastor dominicano doctor Bernardo Fabré situada en el 617 Oeste de la calle 179, entre avenidas Saint Nicholas y Wadsworth en el Alto Manhattan, sigue entregando miles de raciones de comida a igual cantidad de pobres, mayoritariamente dominicanos y dominicanas que acuden en masa a los operativos que ser mantienen frente a la congregación cinco días a la semana.
Los beneficiarios de la distribución de alimentos, que según dijo el reverendo, son colectados por la Organización Internacional Pentecostés, forman largas filas en las cuadras de la calle 179, avenida Saint Nicholas y hasta la calle 183, en busca de los donativos.
Las raciones contienen arroz, aceite, habichuelas, comestibles enlatados, vegetales conservados, snacks, jugos y otros alimentos y se entregan en cajas blancas a cada beneficiario.
El pastor que más de dos mil y cuatro mil personas se benefician semanalmente de la entrega de comida de su iglesia, y las raciones se entregan los martes, miércoles, jueves, viernes y sábados.
“Ahora mismo llegaron 19 paletas, había 11 en tierra que están trayendo seis más y otras nueve”, in formó explicando que de los feligreses de iglesia los beneficiarios no son ni el 1 por ciento.
“Son gentes de la comunidad, esta comida no es para la gente de la iglesia, sino de la comunidad que vienen de Nueva Jersey, El Bronx y de diferentes lugares, aunque la mayoría son residentes en el Alto Manhattan”, añadió Fabré.
Dijo que los donativos provienen de diferentes instituciones que trabajan con la iglesia, “porque para la gloria de Dios, y después de chequearnos, analizarnos, estudiarnos y ponernos 20 mil ganchos, se han dado cuenta que aquí hay transparencia, honestidad y seriedad”.
El reverendo señaló que a pesar de que la pandemia ha mermado, la crisis económica permanece, tanto así que todas las cuadras adyacentes a la iglesia, se llena de gente desde la calle 183 “y si mandamos a la gente para arriba, llega hasta la avenida Fort Washington, comenzamos a dar comida a las 8:00 de la noche y yo me detuve a las 5:00 de la tarde”.
“Son miles de personas las que acuden en busca de esta comida”, agregó.
Fabré, que lleva 27 años como activista y dirigente religioso en Nueva York, reveló que la iglesia la hizo él, la administra y la dirige y es el representante de la Organización Internacional Pentecostal, que es in fines de lucro y cuenta con licencias del estado y el Gobierno federal para sus operaciones.
El reconocido activista Tirso Santiago Piña, quien estuvo en el operativo, dijo que se trata de una obra social de consistencia y el reverendo ha puesto su ejercicio comunitario y religioso, dándole servicios que la comunidad necesita, incluyendo ayuda para trámites migratorios.
“El reverendo Fabré ha demostrado que es un hombre comprometido con los valores esenciales de la humanidad y es el único que ha mantenido una ayuda constante durante la pandemia”, añadió Piña.