Haití supera los 5.300 casos confirmados y llega a 89 muertes por COVID-19

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La pandemia, además, está teniendo un gran impacto económico en Haití.

Haití llegó este martes a los 5.324 contagios confirmados de coronavirus y alcanzó las 89 muertes por la enfermedad, tras registrarse un deceso adicional, según el boletín divulgado por el Ministerio de la Salud.

El boletín oficial indica 113 nuevas infecciones de COVID-19, la mayoría de ellas (76) en el departamento del Oeste, donde se ubica Puerto Príncipe.

En total, hay identificados 4.799 casos activos de la enfermedad, mientras que las autoridades monitorizan otros 10.825 pacientes con síntomas similares a los del COVID-19, a los que no se ha realizado la prueba o que están a la espera de los resultados.

La semana pasada, el director de epidemiología en el Laboratorio Nacional, Patrick Dely, dijo que el país superó el pico de la enfermedad a finales de mayo y desde entonces se ve una «tendencia a la baja» en el número de contagios

No obstante, pocos días después, la ONU advirtió de que la enfermedad está poniendo al límite el sistema de salud del país, que es uno de los más frágiles de América.

«Aunque los números confirmados de infectados y muertos palidecen en comparación con los de otros países en las Américas, la pandemia está poniendo al límite el sistema de salud ya frágil del país y poniendo a prueba su exigua protección social», dijo la representante de la ONU para Haití, Helen La Lime, durante una intervención ante el Consejo de Seguridad el pasado viernes.

Según La Lime, tres meses después de la declaración de la emergencia sanitaria en el país, las autoridades siguen teniendo problemas para abrir centros médicos para el COVID-19 y, en un país con más de 11 millones de habitantes, apenas hay capacidad para tratar a unos centenares de personas a la vez.

La pandemia, además, está teniendo un gran impacto económico en Haití, cuya economía se prevé que se contraiga un 4 % este año, tras un retroceso del 1,2 % en 2019.

Esa situación, en un país que ya vivía en crisis económica, política y social, puede llevar a nuevos estallidos en las calles a pesar de la relativa calma reciente, a juicio de Naciones Unidas.