Venezuela debuta en el Mercosur un bloque estratégico para Chávez

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Hugo Rafael Chávez Frías Presidente Constitucional República Bolivariana de Venezuela
Hugo Rafael Chávez Frías
Presidente Constitucional
República Bolivariana de Venezuela
Con la incorporación plena en Mercosur, el Gobierno venezolano afianza su posición regional y se reivindica como la «potencia» económica y mundial que Chávez no se cansó de repetir en la campaña para su tercera reelección de la que, también, salió victorioso.

Venezuela se estrena como miembro pleno del Mercosur tras su polémica incorporación al bloque por la suspensión temporal de Paraguay con el reto de ponerse al día en la normativa del bloque económico, que tiene una importancia estratégica para el presidente, Hugo Chávez.

Tuvo que esperar seis años, pero el sueño del mandatario venezolano se hará realidad este viernes cuando su país deje de participar con el estatus de miembro asociado y pase a hacerlo como miembro pleno en la Cumbre Presidencial del Mercosur en Brasilia, señaló Ef.

La presencia de Chávez está en el aire aunque a principios de mes anunció que «Dios mediante» encabezaría la misión venezolana.

Un nuevo viaje a Cuba para someterse a un tratamiento especial de su cáncer pone en duda su participación en la cita.

Pero, con o sin Chávez, la cumbre de Brasilia marcará un antes y un después para el Mercado Común del Sur, un bloque económico fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que suma socio y se convierte en la «quinta economía» mundial, a la espera de levantar la suspensión temporal de Paraguay, presumiblemente tras las elecciones de abril próximo.

La reunión también supondrá el regreso de Venezuela a un sistema de integración económica regional tras su salida de la Comunidad Andina (CAN) en abril del año pasado.

Chávez tomó la decisión de salir del bloque andino en 2006 por sus discrepancias con Perú y Colombia, que entonces negociaban Tratados de Libre Comercio con EEUU.

Pese a aportar sus vastas reservas petroleras, las mayores del mundo según certificó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y amplios recursos mineros, la entrada de Venezuela al bloque del sur no ha sido fácil.

Caracas solicitó en diciembre de 2005 su incorporación como miembro pleno del bloque, cuya negociación se hizo en tiempo récord gracias a la sintonía política entre los gobiernos de la región: el texto del protocolo de adhesión estuvo listo a finales de mayo de 2006 y fue suscrito por los presidentes en julio de ese año.

Pese a la celeridad presidencial y de la mayoría de Parlamentos del bloque, el Senado paraguayo, dominado por la oposición al expresidente Fernando Lugo, se convirtió en la piedra en el zapato de Venezuela al rechazar su aprobación alegando supuestas actitudes antidemocráticas por parte de Chávez.

Tras años de presiones, los presidentes del bloque, reunidos el 29 de junio pasado en la ciudad argentina de Mendoza, aprobaron la incorporación de Venezuela tras la suspensión temporal de Paraguay por el juicio político que destituyó a Fernando Lugo.

Un mes más tarde, en Brasilia, donde se formalizó el acuerdo, Chávez dijo que Venezuela «tenía que estar hace mucho tiempo» en el bloque y destacó la importancia histórica y geopolítica del hecho, siendo ese uno de los escasos viajes que el mandatario hizo después de que le detectaran un cáncer en junio del año pasado.

En Venezuela, oposición y empresarios recibieron con cautela y cierto temor el asunto.

El excandidato presidencial y líder de la oposición, Henrique Capriles, consideró que el Mercosur «puede ser una gran oportunidad» para el país, siempre que se modifique el actual modelo económico y Venezuela sea un país exportador y no dependiente de las importaciones.

Entretanto, a los empresarios locales les preocupa más que la forma el fondo del asunto ya que en un plazo de cuatro años el país deberá incorporar toda la normativa del bloque y eliminar los aranceles a los productos de sus socios.

El proceso de adecuación de Venezuela a las normas del Mercosur deberá comenzar por la adopción de la nomenclatura del bloque, que podría concluirse a fines de año, para luego adoptar el Arancel Externo Común, que se encuentra en una media cercana al 10, próxima al promedio de tasas arancelarias venezolanas, que está alrededor del 12 por ciento.

Con la incorporación plena en Mercosur, el Gobierno venezolano afianza su posición regional y se reivindica como la «potencia» económica y mundial que Chávez no se cansó de repetir en la campaña para su tercera reelección de la que, también, salió victorioso.