Por Roberto Veras.-
La diferencia entre una mala redacción y una redacción decente no es mucha, con un poco de esfuerzo, puede convertir tu escritura aficionada y provocadora de vergüenza en una escritura decente y profesional. Tenemos muchos comunicadores escribiendo cantinfladas, cantinfladas significa, escribiendo mucho sin decir nada.
Debemos escribir tachando los adjetivos y adverbios. Después de escribir tu primer borrador, vuelva atrás y edita un texto que solo vea adverbios y adjetivos que se te han infiltrado. Sea despiadado y mate a tantos como sea posible. No es necesario que los mate a todos, solo a la mayoría.
No describas todo con tanto detalles, evita la tentación de describir cada pequeña escena con angustioso detalle; más bien, deje que el lector complete los espacios en blanco y haga suya la historia. Cuando describe demasiado, empantana el flujo de la narración.
Haz un bendito corrector ortográfico, sí, presta atención a la limpieza básica. Nadie quiere leer la escritura perezosa, así que límpiala antes de enviarla, y mientras lo hace, lea un libro sobre gramática básica, reglas de uso y redacción I de Lipe Collado, esto no es ciencia espacial y es lo menos que puede hacer para mejorar tu escritura.
No te esfuerce demasiado, básicamente, mantén tu escritura simple, a menudo, cuando tratamos de escribir más allá de nuestras habilidades naturales, terminamos produciendo una prosa que es pesada y delata nuestra condición de aficionado.
Mantén tu escritura simple y se verá más experimentado y más profesional. En conclusión, si sigues estas pautas, es posible que tu artículos largos y tedioso sigan siendo increíble, tus personajes unidimensionales y tu premisa un tanto ridícula, pero al menos tu prosa será aceptable.
Eso es ganar más de la mitad de la batalla. Si aún no está seguro, comunícate con buenos comunicadores como mis amigos, Juan Cruz Triffolio o Robert Vargas, para que te ayuden a plasmar tu pensamiento en el papel.