SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- La Embajada Dominicana en Haití celebró en Puerto Príncipe los 169 años de la Independencia Nacional y los 200 del nacimiento de Juan Pablo Duarte, durante un acto en el que participaron representantes de la sociedad dominicana y del Estado haitiano, encabezado por el primer ministro, Laurent Lamothe.
Al emitir un discurso a los presentes, el embajador dominicano, Rubén Silié Valdez, compartió una reflexión sobre la relación histórica entre Haití y Dominicana, para presentarle a la audiencia una clara visión del nacionalismo de Duarte, que a su juicio está muy distante del antihaitianismo propalado por las oligarquías procoloniales.
Silié parte del crucial momento de la unificación de la isla bajo la bandera haitiana, señalando que en sus inicios, gozó del apoyo de importantes sectores sociales dominicanos.
Sin embargo, reconoce que «el experimento unificador de los haitianos no se pudo seguir reproduciendo, primero, porque al momento de iniciarse ya eran dos realidades culturalmente distintas; segundo, el sentimiento nacionalista de los dominicanos fue creciente y, tercero, a finales de la década de los años treinta, se desató una gran crisis económica, entre otras razones por el pago de la deuda que Francia impuso a los haitianos a cambio de reconocer su independencia».
Es decir, añade, que la gesta separatista fue impulsada por la fuerte vocación nacionalista de los dominicanos y no por un rechazo al pueblo haitiano, al cual Juan Pablo Duarte siempre consideró como un pueblo amigo y admirable».
Silié Valdez expuso que por esa razón cuando » habla de los haitianos en sus documentos no transmite ningún sentimiento negativo hacia ese pueblo con el cual convivió desde la edad de nueve años».
El representante oficial de República Dominicana ante el Estado haitiano fue más categórico aún al afirmar que Duarte «supo diferenciar muy claramente los sentimientos patrióticos de un pueblo
que durante los veintidós años de la unificación nunca renunció a su identidad cultural y mantuvo el apego a los rasgos políticos que históricamente había forjado durante siglos».
El embajador e intelectual de las ciencias sociales apunta que «por más de un siglo, la llamada historia oficial presentó a Juan Pablo Duarte como un enemigo del pueblo haitiano», pero allí mismo advierte que «los nuevos enfoques históricos nos hacen ver que los ideales del padre de la patria se forjaron en positivo, reclamando la libertad y la independencia que como nación nos correspondía, sin desmedro del pueblo haitiano».
Nueva etapa relaciones RD con Haití
Silié Valdez explica que es por eso que desde una nueva visión de las relaciones entre Haití y la República Dominicana, quiso presentar el pensamiento duartiano en su verdadera esencia, para que el pueblo haitiano entienda que a diferencia de lo que nos fue inculcado por los gobiernos dictatoriales, en el pasado, las esencias de nuestras respectivas nacionalidades no están contrapuestas.
Contextualiza el embajador que «ha sido precisamente desde esa perspectiva histórica que los gobiernos dominicanos desde finales del siglo veinte, han venido desarrollando lo que nosotros llamamos la nueva visión de las relaciones entre Haití y la República Dominicana».
Fiesta con ritmos dominicanos
Una vez culminada la actividad protocolar de celebración de la Independencia Dominicana y del bicentenario de Juan Pablo Duarte la embajada invitó a una gran fiesta dominicana, realizada en los jardines del hotel Karibe, al cual asistieron, masivamente, miembros de la comunidad dominicana en Haití y buena parte de los altos funcionarios del Gobierno Haitiano, miembros del Cuerpo Diplomático y personalidades del mundo intelectual y político de Haití, que se encontraban en la primera parte del acto.
La fiesta contó con la participación del Ballet Folklórico del Ministerio de Turismo y tuvo como colofón la actuación artística de Roldan Mármol, quien participó en el evento, auspiciado por el ministerio de Cultura de la República Dominicana.