Por Roberto Veras.–
En los actuales momentos el Ayuntamiento de Santo Domingo Este (ASDE) parece haberse embarcado en un ambicioso plan para renovar la ciudad cubriendo las alcantarillas abiertas, limpiando las líneas de alcantarillado, recuperando los monumentos y los espacios públicos.
El vandalismo de las tapas de alcantarilla es desenfrenado en nuestro municipio, dejando a los peatones y automovilistas expuestos al peligro. En septiembre de 2010, el Ayuntamiento dio a conocer un plan para utilizar tapas de registro de plástico con el objetivo de que no fueran robadas.
El uso de tapas de plástico está orientado a disuadir a los vándalos que las dirigen al mercado de la chatarra de hierro. El Ayuntamiento gasta varios millones de pesos al año reemplazando estas cubiertas. Esto le niega al consejo de Regidores y a la administración los fondos que tanto necesita para usar en otras áreas de servicio, principalmente en la recogida de los desechos sólidos.
El ayuntamiento tiene la obligación de instalar tapas de registro de plástico en toda la ciudad, sin embargo, lo sorprendente es el hecho de que el ayuntamiento ha establecido una logística adecuada para eliminar los desechos extraídos de las alcantarillas obstruidas, y pueden verificar el trabajo que se realiza en la marginal de Américas.
Durante muchos años, se habían acumulado capas de suciedad y tierra en las líneas de alcantarillado bloqueando la infraestructura de la ciudad. Ahora, donde quiera que vaya dentro del municipio, verá a hombres ocupados en el trabajo paleando toneladas de suciedad y tierra en un intento por devolverle la limpieza a la ciudad.
Anteriormente caracterizada por pozos de registro abiertos que rezumaban aguas residuales sin tratar y basura esparcida por todas partes, Santo Domingo Este había perdido su glamour durante mucho tiempo. Para muchos residentes y visitantes, la ciudad bajo el sol se había convertido en una ciudad apestosa.
Felicito a la alcaldía por el buen trabajo; de hecho, el antiguo glamour está regresando lentamente a Santo Domingo Este, sin embargo, se requiere más esfuerzo y más recursos para establecer mecanismos bien pensados que liberen a la ciudad de la suciedad y el abandono.