Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ La elección y reelección de las asambleístas Amanda Séptimo y Karines Reyes en las elecciones de nivel estatal el 3 de noviembre, fortalece y aumenta el poder político y legislativo de las mujeres dominicanas, donde numerosas de ellas, están alcanzando escaños y posiciones ejecutivas.
Septimo, que fue electa por primera vez en su segundo intento, obtuvo el 83.4% de los votos emitidos y el 92% de los sufragios validados para representar el distrito 84 de El Bronx en la Asamblea Estatal de Nueva York y Reyes, una reconocida enfrmera profesional que pausó en la legislatura en el pico de la pandemia para ayudar a los contagios de COVID-19 en un hospital de ese condado, fue reelecta para un segundo término.
Con la reelección también de Carmen de la Rosa que representa el distrito 72 en el Alto Manhattan, que obtuvo el 99.42% de los votos, son tres las legisladoras dominicanas en el estado de Nueva York luchando por parte de los distritos más pobres.
Reyes, es nativa del barrio Los Mina en Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
Séptimo se enfrentó a la republicana boricua Rosaline Nieves, Linda Ortiz y Carmen Arroyo, la tercera con décadas en la curul de asambleísta estatal y también puertorriqueña.
La campaña de Septimo contó con el apoyo del Partido de Familias Trabajadoras que busca mantener su legalización como partido, y de los sindicatos 1199SEIU, Teamsters y Run For Something.
Ella tiene una amplia trayectoria política y de activismo comunitario, con varios años trabajando para el congresista José Serrano. Trabajó también para el Consejo de Supervisores y Administradores Escolares y la Corporación de Desarrollo de la Comunidad de Point y la Asociación de Enfermeros del Estado de Nueva York.
Su principal contrincante, Arroyo, de 80 años de edad, fue electa como asambleísta en 1994 y fue la primera mujer hispana y boricua escogida al escaño que equivale a una diputación.
Durante las primarias de junio, Arroyo fue eliminada de la boleta, después que Séptimo la acusó de fraude en las peticiones de registro para la candidatura.
El distrito que representará Séptimo es uno de los más pobres del estado de Nueva York, con un ingreso per cápita de $22,000 dólares al año e infectado de drogas y violencia armada y de pandillas.
Amanda recibió la prestigiosa beca “Posse”, para la Universidad de Vanderbilt donde se desarrolló como activista estudiantil y utilizó las habilidades que aprendió en su hogar en El Bronx para corregir las injusticias dentro de la comunidad.
Mientras estudiaba en la universidad, se laboró como pasante en la Sociedad de Ayuda Legal en casos de violencia doméstica, con énfasis en inmigrantes de habla hispan
KARINES REYES
Reyes, venció en las elecciones a sus contrincantes Michelle Castillo, Juan G. de Jesús y Carl Lundgren, con una campaña basada en su trabajo como legisladora y activista comunitaria.
Después de emigrar de Los Mina a Nueva York, ha vivido en El Bronx durante los últimos 20 años.
Se identifica como afro latina y es enfermera registrada en el Departamento de Oncología del Hospital Montefiore / Einstein en El Bronx.
Es madre de dos hijos pequeños y ha estado compartiendo su trabajo de enfermera con el de representante sindical, activista y voluntaria sin descuidar su deber de ser madre.
Siendo hija de un puertorriqueño y una dominicana, emigró pequeña a Carolina, Puerto Rico, tierra natal de su padre y luego a Estados Unidos con su madre cuando tenía 6 años.
Vivió en Corona, Queens, con su abuelo materno, experimentó el choque cultural de un lugar que era diferente y desconocido. El desafío de aprender inglés la hizo sentir aprensiva, pero Karines impuso llegar a la meta y se destacó en todas las áreas de su educación.
Su amor por las artes y la música continuó desarrollándose a medida que avanzaba por el sistema de escuelas públicas.
Después de graduarse con honores, Karines asistió a CUNY Baruch College y estudió comunicaciones.
Durante ese tiempo, comenzó a trabajar en el Hospital Mount Sinai en el Departamento de Gestión de Información de Salud. Tres años después, tuvo su primer hijo.
Las exigencias económicas de criar una familia empujaron a Karines a trabajar en un segundo empleo. Obtuvo un puesto en Aramark en Mount Sinai Hospital y trabajó como empleada del hospital y como contratista externa simultáneamente.
Mientras estaba en licencia por maternidad, regresó a la escuela para seguir la carrera de enfermería.
Obtuvo su título de enfermera en 2013, mientras trabajaba a tiempo completo y cuidaba a sus hijos.