Sistema de Votación de los Estados Unidos niega las acusaciones sobre fraude de Donald Trump

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Donald Trump

WASHINGTON.- «Las últimas elecciones en Estados Unidos han sido las más seguras de la historia» y «no hay prueba de que ningún sistema de votación haya eliminado o perdido votos».

Quien hace estas aseveraciones es un Comité del Gobierno de Donald Trump encargado de la seguridad de los sistemas electorales y dependiente del Departamento de Seguridad Nacional.

El comunicado que ha publicado el Comité Ejecutivo del Consejo de Coordinación Gubernamental de Infraestructura Electoral (CCG) subraya que no hay rastro de pirateo en los comicios, refutando las denuncias de fraude del presidente saliente.

«Dejen ya este circo» pide Nancy Pelosi

Los líderes demócratas de la Cámara de Representantes y el Senado reclaman a la administración Trump que reconozca su derrota.

«Dejen ya este circo y pónganse a trabajar en lo que realmente importa al pueblo estadounidense: la salud y la seguridad económica», dijo Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes.

Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, ha dirigido un duro mensaje a los senadores republicanos.

«Las elecciones han terminado. El presidente Trump perdió. Joe Biden será el próximo presidente y Kamala Harris, vicepresidenta. Senadores republicanos, dejen de negar la realidad. Dejen de sembrar deliberada e imprudentemente dudas sobre nuestro proceso democrático y empiecen a centrarse en la COVID».

Grietas en las filas republicanas

En las filas republicanas empiezan a abrirse grietas. Varios aliados de Trump, como el senador Lindsey Graham, critican que la Casa Blanca no esté transmitiendo al equipo de Biden los informes diarios de las agencias de inteligencia, como es costumbre desde el momento en que se proclama un ganador electoral.

Entretanto, Trump sigue en sus trece, poniendo trabas a la transición presidencial y repitiendo sus denuncias de fraude. Pocas horas antes del informe del comité, el presidente saliente publicó un tuit en el que se hacía eco de informaciones infundadas según las cuales el sistema de voto habría borrado 2,7 millones de votos a su favor y atribuido cientos de miles a su rival demócrata.

El estado de Pensilvania y la sociedad responsable del sistema han desmentido rotundamente esa información.