Este órgano interviene en la higiene personal por lo que hemos escuchado hombres y mujeres que han tenido aventuras comentar sobre este aspecto de su acompañante, inclusive hay quienes han roto relaciones por esa circunstancia.
Escuché a alguien recordar con quien había bailado en su juventud decir: “Nunca olvido ese olor a limpio, a jabón de cuaba, de esa mujer”.
Al escuchar esa persona entendí que para oler bien no hay que depender de un costoso perfume, basta con asearse para emitir una agradable fragancia. Examina tu cuerpo por todos los rincones y descubre si estás en condiciones óptimas para abrir o cerrar puertas a una comunicación cercana, con libertad y seguridad.
Actualmente el psicólogo aprovecha el poder de los aromas y es así que se ha introducido la aromaterapia como disciplina o terapia alternativa donde se usan aceites extraídos de plantas aromáticas que promueven el bienestar de la salud mental, física y espiritual.
Contrarresta el estrés, depresión, insomnio y ansiedad. Con la salvedad de que no todos los olores son sanos, hay olores nocivos como puede ser el humo de un anafe, el de los vehículos de motor, de un vertedero, de un cigarro o cigarrillo que pueden producir asma, y reacciones alérgicas pues lo que es bueno para unos no lo es para otros.
Aunque la aromaterapia es excelente alternativa debemos tomar precauciones al aplicarla por lo que quien lo haga tiene que dominar la técnica apropiada según las dolencias, por lo que hay que ser cauto.
De acuerdo a información tomada de la página del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE,UU La capacidad para oler proviene de células sensoriales llamadas neuronas sensoriales olfativas las cuales se conectan con el cerebro, los olores son percibidos a través de las fosas nasales o a través del canal que conecta el techo de la garganta con la nariz si el canal se bloquea los olores no llegan a las células sensoriales y no la estimulan como sucede por un resfriado donde se pierde parte del sabor de la comida así que olfato y gusto trabajan juntos. sin el olor de lo que comemos nada sabe igual.
La pérdida del olfato tiene un nombre y se llama anosmia por lo que la finalidad de este artículo es hacer consciencia de que si usted nota que hay algo diferente en su sentido del olfato no es mala idea acudir al otorrinolaringólogo a fin de detectar un problema serio de salud.
Hay varias causas o trastornos que pueden llegar a la pérdida del olfato que van desde problemas sencillos a una señal de enfermedades serias, como es una advertencia de que algo está mal acuda sin pérdida de tiempo a su médico, quien hará el examen físico correspondiente y verificará o descartará cualquier anomalía.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE, UU recomienda
-proteger nuestro olfato cuidando la nariz del polvo y de agentes químicos irritantes,
-limpiarla con regularidad
-no introducir objetos sólidos dentro de ella
-ir al médico ante señales de sangrado, comezón frecuente o alergia
-evitar el humo del cigarrillo
-evitar vivir o trabajar en ambientes nocivos
-limpiar regularmente el entorno en el que uno se desenvuelve.
Finalmente, no espere llegar a sufrir depresión por no acudir a tiempo a investigar que está pasando con la pérdida de olfato, vivir sin el genera inseguridad en las relaciones sociales y aumenta el riesgo de sufrir accidentes.
No tenga miedo posiblemente sea algo pasajero, pero preste atención porque todo a su debido tiempo tiene soluciones y para eso hay que dejarse llevar por las señales de alerta pues dice el refrán mejor es prevenir que remediar.