La Envidia Envenena el Alma

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POR RAQUEL DEMORIZI

 
La envidia es un sentimiento que genera malestar cuando alguien posee algo que deseamos y por la razón que sea no tenemos. Generalmente se siente enojo ante la. persona objeto de nuestra envidia, queriendo arrebatarle lo que tiene. 
 
La misma no se limita sólo a lo material como podría ser el auto, la casa, los muebles, sino que podemos envidiar de una persona su forma de vestir, su talento, conocimiento, inteligencia, capacidad, dinamismo, energía, habilidad, popularidad, liderazgo, prosperidad en cualquier proyecto etc. También podemos envidiar de un sujeto su hogar, familia, pareja, el cariño que los demás le otorgan. 
 
La envidia es un sentimiento nocivo que cuando crece en la mente y corazón trae consecuencias que destruyen, causando amargura, pesadumbre, ansiedad y aflicción.  Inquieta, mortifica, turba tus pensamientos y obstaculiza tu diario desenvolvimiento ya que desde el momento que tu bienestar dependa de lo que otros tienen, te roba la paz.
AUTORA: Raquel Demorizi – Psicóloga
 
Quien siente envidia no es feliz y sin darse cuenta su salud es afectada pues no hay salud física sin la salud mental.  Ambas van de la mano ¿por qué? porque en el afán de tener lo que no está a nuestro alcance puede causar  ulcera estomacal y que el sistema inmunológico se debilite así como otras afecciones debido a que los síntomas asociados a la emociones como el estrés, ansiedad, ira, mal genio, irritabilidad, influyen en la salud a nivel general al estar expuesto a ese constante y continuo pensamiento, incluso el sueño y apetito se alteran dado que la envidia suele acompañarse de otros sentimientos letales como es el odio y rencor que si no los arrancamos de raíz pueden profundizar.
 
Leyendo un artículo escrito por Alex Bayorti en la página de filosofía titulada la piedra de Sísifo, gabinete de curiosidades dice, hay una envidia extrema que da vida al término alemán schadenfreu que significa obtener placer de la desgracia ajenas, o sea ese placer dañino que se siente cuando al que envidias le sucede una desgracia, se sienten mejor consigo mismos si el otro no logra nada. 
 
Hay muchos casos en que la misma se ha convertido en un trastorno de arma mortal.
 
Ejemplo vivo de esto es un caso que sucedió en el 2009 cuando un argentino de 15 años mató a su hermana y sobrino porque envidiaba que les fuera bien. 
 
Univisión Noticias publicó el 29 de marzo del año 2012 que en República Dominicana en sector la Puya cuatro adolescentes dieron muerte al niño Randy Beltrán porque les causaba envidia la habilidad que el niño tenía para pedir dinero a los automovilistas en las calles de Santo Domingo
 
También en el año 2013 un joven colombiano llamado Christian fue asesinado por su mejor amigo Pedro Bravo en Florida porque sintió envidia cuando este ingresó a la Universidad de Florida. 
 
Antonio Heredia reporto en el periódico digital El Dia en fecha 11 de octubre 2019, que en Carretera de Sosua-Cabarete Lucmia Antainé de nacionalidad haitiana fue herida mortalmente con arma blanca por una dominicana a causa de la envidia pues la víctima era muy atractiva y deslumbraba con su carisma y belleza. 
 
La envidia siempre ha existido y si leemos la Biblia encontraremos el primer crimen ocurrido a consecuencia de ella cuando Caín mató a Abel. a este añadimos al hijo menor de Jacob llamado José que fue vendido como esclavo por sus hermanos por envidia. 
 
Tenemos el caso de Raquel que no daba hijos a Jacob y sentía envidia de su hermana y le decía encarecidamente a Jacob dame hijos o si no muero. 
 
Saul sintió envidia de las grandes proezas militares de David, que fueron reconocidas por su pueblo
 
Theodor Seuss Geisel fue un escritor y caricaturista estadounidense conocido por sus libros infantiles bajo su seudónimo, Dr. Seuss. Entre ellos hay una de sus famosas historias titulada El Grinch un personaje animado que se puso tan celoso de los demás que se mordía así mismo y es que la envidia hace que te enfoques en otros y al final te destruye a ti mismo
 
Hay quien divide la envidia en envidia normal donde deseamos el bien ajeno, pero sin hacer mal a ese alguien y en la envidia patológica donde el envidioso sería capaz de usar las peores armas y métodos para acabar con su víctima, anhelando lo que tiene y deseándole todo el mal que este a su alcance.
 
No es común encontrar a alguien que decida visitar un profesional de la conducta por ser envidioso. Esa persona consultará por ansiedad o depresión y a través del desarrollo de la entrevista o terapias surgirá el verdadero motivo de consulta el veneno llamado envidia. 
 
Hay un refrán que dice dime que envidias y te diré de que careces. 
Dijo Miguel de Cervantes (Oh envidia raíz de infinitos males y carcoma de virtudes) 
 
En la historia podemos notar que Napoleón Bonaparte, Julio Cesar y Alejandro Magno alcanzaron el poder, pero por sus venas corría el veneno de la envidia. Napoleón envidiaba a Cesar, Cesar envidiaba a Alejandro y Alejandro a Hércules, cualquier persona puede sentir envidia, aunque lo tenga todo.
 
Cuesta esfuerzo liberarse de ella, pero se puede, todo depende de cómo la persona admita sus limitaciones, resistencias y defensas y esté dispuesto en ponerse el antídoto que es el amor al prójimo, que no busca sus propios intereses ni hace daño pues aplica la ley de oro que dice no desees a tu prójimo lo que no deseas para ti, y debido a que la envidia se alimenta de emociones negativas, celos, orgullo, egoísmo hay que recurrir a la amabilidad, alegrándote con sus logros.
 
Líbrate de la envidia dejando de compararte con otros ya que siempre habrá alguien más rico y otro más pobre que tú. Tener lo que los demás tienen no da felicidad, puesto que la felicidad está en esos breves momentos que la vida brinda y no cimentada sobre las pertenencias.
 
Tengas poco o tengas mucho no te convertirá en otro ser, siempre serás tú, y puede darse el caso que de llegar a tener lo de los demás te conviertas en un ser despreciable.
 
Acepta que este sentimiento negativo invade tu ser y que necesitas una mano amiga para superarlo. Pregúntate ¿qué es para ti importante? no te mires como una persona no digna ni te juzgues ni critiques con dureza ya que al final es solo un sentimiento.
 
Pregúntate que sientes ante esa persona objeto de tu envidia quizás te des cuenta que solo deseas lo que tiene sin idea de hacerle mal.  Quizás descubras que eso que deseas con tanto ahínco no es importante ni necesario y si es importante o necesario traza un plan para conseguirlo, y veras que con disposición, esfuerzo y trabajo todo lo puedes alcanzar.