Por Raquel Demorizi
Ser madre es decisión que debe ser tomada después de una seria reflexión pues es una de las decisiones más importantes que una mujer puede tomar ya que no sólo implica traer un nuevo ser al mundo, sino que además conlleva estar plenamente consciente de que su vida cambiará por completo y dedicará gran parte de ella a la crianza, cuidado y educación de los hijos.
Eso no es jugar a ser mamá, ni a preparar teteros ni cambiar pañales ya que debes prepararte física y emocionalmente para traer ese ser al mundo, pero a un mundo donde no pidió venir y donde deberás velar por su bienestar en todos los sentidos.
Ser madre es conocer un nuevo amor, el único amor verdadero, eterno, incondicional e insustituible.
Ser madre significa un sin fin de preocupaciones, de lágrimas pero también un sin fin de satisfacciones, sonrisas y alegrías.
Es aprender a tejer alas para que los hijos vuelen solos y alto en el corredor de sus vidas, y aprendan a lidiar con las tormentas y piedras del camino y salir triunfantes de ellas.
Mamá es decir muchas veces no y a la vez estar presente.
Es experiencia sin igual donde esa palabra adquiere vida y significado tanto cuando decimos mamá a quien nos cargó en su vientre como a quienes no nos cargaron allí pero si en sus almas.
Una madre al tener su bebé en brazos olvida al instante el dolor sufrido por traerlo al mundo ante el toque delicado y suave de su piel.
Mamá con pasión nos guía y se esfuerza por dar lo mejor de sí hasta convertirnos en seres humanos con valores y principios para servir de ejemplo en toda esfera de la vida.
De niños su bálsamo de besos alivia el dolor más intenso, de adultos ese mismo bálsamo alivia las penas más profundas.
El lazo materno es muy sólido por lo que a su contacto se estructura la personalidad del niño y sobre esa base se desarrollan los vínculos con los cuales nos relacionarnos con los demás y con nuestros ambiente.
Sus primeros años dependen de ese nexo para un buen ajuste social y emocional.
Un hijo nos cambia la vida por lo que ser madre es rol serio y complejo que involucra responsabilidades que realiza con amor y total entrega.
Agradezcamos a Dios por la presencia de mamá y de toda mujer que asume el rol de madre con dedicación y compromiso.
Su entrega no tiene precio, así.que sólo podemos recompensarla, valorizándola y no relegándola al olvido.
Feliz día mamá