SANTO DOMINGO, RD.- La pandemia del Covid-19 impacta a las Mujeres vulnerables que acompaña Mujeres en Desarrollo Dominicana-MUDE, reveló su Directora Ejecutiva, Rosa Rita Álvarez.
Alvarez, al exponer en el webinar internacional Mujeres Lideresas de la Sociedad Civil, organizado por la Red de Defensorías de Mujeres, de la Federación Iberoamericana de Ombudsman, presidido por Pablo Ulloa, narró que la Pandemia del COVID-19 provocó una crisis multidimensional que afectó a la población mundial; sus efectos más dramáticos se expresan en las mujeres y las niñas, retrocediendo así los avances y el progreso que ellas iban alcanzando en derechos, empoderamiento y desarrollo.
Al profundizar sobre el tema, la Directora de MUDE dijo que fue común escuchar a muchas mujeres decir que el estrés y el agotamiento físico y psicológico las estaban afectando sobremanera, no sólo por la incertidumbre que provocaba la enfermedad y sus riesgos, sino también porque tenían que asumir el acompañamiento educativo de hijos e hijas en la nueva modalidad escolar, enfrentar dificultades con las herramientas digitales, el aumento de las agresiones intrafamiliares y sobretodo el incremento en las tareas de cuidados y las horas trabajadas en el hogar.
Al analizar los datos obtenidos del Banco Central de la República Dominicana, la Oficina Nacional de Estadísticas, del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo, Fondo micro, Procuraduría General de la República, PNUD y ONU Mujeres, Álvarez dijo que estos confirman que:
La pobreza fue mayor entre las mujeres (24.6 %), que en los hombres. La pobreza general en el 2020 aumentó a 23.4 %, mientras en el 2019 se situaba en 21. Sin embargo, se logró evitar que 594,745 personas se sumaran a la población empobrecida, por los programaS sociales ejecutados desde inicios del 2020 por el gobierno central.
La población femenina ocupada se redujo -9.05 % y en los hombres a -4.55 %. Los negocios más afectados por la pandemia fueron donde había mayor presencia de mujeres y por el aumento de las tareas en el hogar.
Reducción y desaparición de microempresas. Las más afectadas fueron las que correspondían a áreas económicas con mayor duración en el tiempo de cierre y menor horario.
La mortalidad materna creció de 173 a 208 por cada cien mil nacidos vivos, por la baja asistencia de las mujeres a sus chequeos prenatales de salud.
La violencia de género aumentó. El confinamiento trajo como consecuencia una agudización de este tipo de violencia, sin embargo, la presencia misma del agresor les dificultaba a ellas salir en busca de ayuda. Esto quedó evidenciado en que en el 2020 las denuncias bajaron a 15,314 en relación a las 19,000 en el 2019, pero se dispararon en el 2021 a 22,410; y las separaciones se duplicaron en el 2021 en relación al año anterior.
La Directora de MUDE abordó además los retos post pandemia, mencionando que “los retos deben ser trabajados de manera intensa y responsable, pues no bastará volver a los indicadores del 2019, hay que replantearse avanzar más allá hasta alcanzar el respeto a nuestros derechos y a la igualdad, ya que es la única forma de lograr la justicia social, el avance de nuestros pueblos y el crecimiento de los países”.
Rosa Rita Álvarez, expuso que la pandemia reafirmó la necesidad de tomar las siguientes medidas:
1. Ampliación de los programas de protección social: los y las poblaciones vulnerables y en especial las mujeres, deben seguir contando con estos apoyos hasta lograr su mejoría.
2. Incentivar y ofrecer programas de alfabetización digital, para disminuir las brechas digitales. Negocios que pudieron reciclarse durante la pandemia lo lograron gracias al uso de las plataformas digitales gratuitas.
3. Apoyar y capitalizar a las microempresas, tomando en cuenta el sector económico al que pertenecen pues unos fueron más afectados que otros.
4. Continuar ampliando los programas contra la violencia de género, intensificar la prevención y la promoción de líneas de auxilio, aumentar los servicios de atención y fortalecer las instituciones garantes de derechos.
5. Promover la elaboración en el país de una propuesta de ley sobre Cuidados, para lo cual sugiero como referencia la Ley Modelo Interamericana de Cuidados de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM/OEA) y la Unión Europea. Esta ley modelo considera los cuidados como un derecho; como parte de las cadenas de valor; y de los sistemas de protección social.
“Mientras ésta se aprueba, los gobiernos, empresas, asociaciones sin fines de lucro y donantes deben dar prioridad a desarrollar instancias y servicios relacionados con tareas de cuidados. Se generarían más empleos femeninos y otras mujeres podrían incorporarse al mercado laboral y microempresarial”, considera Rosa Rita Álvarez.