Instalan la chimenea en la Capilla Sixtina

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"No vamos a enviar mensajes de texto ni de SMS; tendrán que venir y ver", dijo otro portavoz, el reverendo Thomas Rosica.
«No vamos a enviar mensajes de texto ni de SMS; tendrán que venir y ver», dijo otro portavoz, el reverendo Thomas Rosica.

CIUDAD DEL VATICANO.- Los bomberos instalaron este sábado la parte superior de la chimenea de la Capilla Sixtina que anunciará al mundo la elección del nuevo papa, al tiempo que el Vaticano procedió a poner fin definitivo al pontificado de Benedicto XVI.

Mientras trabajadores preparaban el interior de la Capilla Sixtina para el comienzo del cónclave el martes, las autoridades vaticanas en otra parte del Palacio Apostólico destruían el anillo de pescador de Benedicto XVI así como los sellos personales y timbres de éste para la documentación oficial.

Este acto, junto con la renuncia pública de Benedicto XVI y su compromiso de obediencia al futuro papa, tienen como propósito marcar la terminación definitiva de su papado para que no haya duda en la Iglesia de que el nuevo pontífice estará a cargo.

Todos los acontecimientos apuntan hacia la decisión trascendental que pronto confrontará la Iglesia católica: el comienzo el martes del conclave para elegir al nuevopapa que dirigirá a los 1.200 millones de católicos en el mundo y para buscar una solución a los numerosos problemas que afronta la institución.

El Vaticano esbozó el itinerario de la votación y confirmó que sonarán las campanas de la basílica de San Pedro cuando se elija al nuevo papa. Sin embargo, las autoridades de la Santa Sede también reconocieron que hay cierta incertidumbre ante todo este empeño, dadas las dificultades para discernir el color del humo que salga de la chimenea de la Capilla Sixtina: negro si no se ha elegido al papa y blanco si fue elegido.

El portavoz del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, rio al minimizar las preocupaciones y afirmó que cierta dosis de «suspenso» forma parte de la belleza del proceso.

«No vamos a enviar mensajes de texto ni de SMS; tendrán que venir y ver», dijo otro portavoz, el reverendo Thomas Rosica.

Por sexto día, los cardenales se reunieron a puerta cerrada para conversar sobre los problemas que afectan a la Iglesia y examinaron de nuevo el trabajo de las oficinas de la Santa Sede «y cómo mejorarlo», según Lombardi.

El gobierno interno del Vaticano ha sido uno de los temas persistentes en las conversaciones de estos días, indicio de la gran sombra que arrojaron sobre este cónclave las revelaciones de corrupción, pugnas políticas internas y hasta disputas por territorios tras la filtración de documentos papales en 2012.

Mientras los cardenales ponderan al candidato de su preferencia, prosiguen los preparativos para la votación.

El sábado, un grupo de bomberos subió a la azotea de la Capilla Sixtina e instaló la parte superior de la chimenea. En el interior de la famosa capilla decorada con frescos de Miguel Angel los trabajadores engraparon una alfombra de fieltro a un piso falso que ha sido construido sobre el piso de piedra de la capilla.

El piso falso sirve para emparejar las escalinatas de la capilla y al mismo tiempo oculta el equipo de interferencia instalado para impedir el funcionamiento de teléfonos celulares o de aparatos para escuchas telefónicas.

Para una decisión tan importante, la chimenea de la capilla funciona de forma extremadamente simple: es una estufa de hierro fundido de un siglo de antigüedad en la que se queman los votos, y tiene un tubo de cobre que sale de la parte alta, sube serpenteando por las paredes, sale por una ventana y llega a la azotea.

Tras años de confusión sobre si el humo era negro o blanco, el Vaticano instaló en 2005 una estufa auxiliar en la que se encienden cartuchos de fumigación. El humo de esos cartuchos —negro o blanco- se combina en la chimenea con el humo de los votos quemados.