La fragilidad de la estrategia política en el momento de las elecciones

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POR ROBERT VERAS

En el intrincado juego de la política, no hay certezas inquebrantables. Cada movimiento estratégico es una apuesta, y cualquier error puede desencadenar una derrota sorprendente. La reciente contienda por el control del Colegio de Abogados es un vivo ejemplo de esta verdad inmutable. 

En este mundo político, donde las alianzas y las decisiones estratégicas son moneda corriente, dejar fuera a líderes fundamentales de las bases puede resultar una táctica peligrosa. La exclusión de voces significativas no solo socava la diversidad de perspectivas, sino que también puede pasar factura en el día crucial de las elecciones. 

La política, en su esencia, es un juego de influencias y lealtades. Ignorar a una parte importante de los líderes de base es como caminar por un campo minado, donde cada paso mal calculado puede detonar consecuencias imprevistas. La unidad es esencial, y una estrategia que margina a figuras clave puede abrir la puerta a la división interna y debilitar la fortaleza del partido. 

La batalla por el Colegio de Abogados sirve como un claro recordatorio de que el desempleo en nuestra República Dominicana actúa como un caldo de cultivo para la vulnerabilidad de los ciudadanos. En un contexto donde las oportunidades laborales son escasas, algunos ciudadanos se ven tentados a vender su conciencia electoral por un puñado de pesos. 

Esta realidad plantea una pregunta incómoda: ¿es sostenible construir una democracia fuerte sobre los cimientos frágiles de la desigualdad económica y la falta de oportunidades? La política, en última instancia, debería ser un espacio donde las ideas y las propuestas prevalezcan sobre las transacciones monetarias. 

En un país donde la confianza en las instituciones es vital, es imperativo que los líderes políticos consideren cuidadosamente cada movimiento. La falta de empleo no puede ser una excusa para la manipulación electoral y la corrupción. Es responsabilidad de quienes lideran reconocer la importancia de construir un sistema político que responda a las verdaderas necesidades y aspiraciones de la población. 

En conclusión, en la política, como en la vida, nada está escrito. Las estrategias deben ser calculadas con precisión, considerando la diversidad de opiniones y evitando la exclusión de voces esenciales. La integridad y la transparencia son fundamentales, especialmente en un contexto donde la desconfianza y la precariedad económica amenazan con socavar los cimientos de nuestra democracia.