POR JUAN CRUZ TRIFFOLIO
Además de lucir interesante, el actual proceso eleccionario que se desarrolla en Santo Domingo Este, principal municipio de la República Dominicana, proyecta peculiaridades dignas de ser tomadas en consideración.
Por un lado, se advierte una acentuada y singular inacción de la población votante como de algunos de los principales actores representativos de las diversas organizaciones partidarias vinculadas a la contienda eleccionaria.
El aludido letargo, si bien podría ser explicado por el comportamiento tradicional que caracteriza la conducta de los electores en elecciones municipales, en esta ocasión, parece tener razones causales de otra naturaleza.
No ha de olvidarse que luego de concluida las denominadas primarias del partido oficial, donde conforme a los resultados se registró una participación pírrica, su cúpula dirigencia refleja una desarticulación peligrosa para garantizar el éxito, evidenciada en una especie de distanciamientos, diatribas y mezquindades que ni las frecuentes visitas del presidente Luis Abinader Corona, han podido superar con la realización de incontables caravanas y reuniones en los distintos sectores de la demarcación.
Los agravios rayan en lo personal, al extremo que existen quienes aseguran que entre el actual alcalde de Santo Domingo Este y quien encarna la oferta electoral oficial para a esa importante posición electiva, el ejercicio de reconciliación ha sido sinónimo de una acción olímpica para perder el tiempo.
A lo ya expresado, también se agrega la inactividad exhibida por los principales contendores del aspirante a gerente municipal del Partido Revolucionario Moderno –PRM-, quienes luego del proceso interno se muestran desintegrados por los resultados que podrían surgir, con los brazos caídos, alegando estar sufriendo de caprichosos estados de salud.
Un cuadro no menos estimulante para la dinámica electoral en la comarca en referencia se percibe en la estructura y accionar de las ofertas municipales presentadas para la contienda del próximo 18 de febrero, donde no se ha aquilatado, en su justa dimensión, el hecho que siendo al presente, Luis Alberto Tejeda el candidato puntero, no ha sido valorada, correctamente, por la dirección política de la Alianza Rescate RD, la necesidad de integrar al problemático aspirante Julio Romero, en interés de una mayor seguridad para materializar el propósito de alcanzar la poltrona más relevante de la imponente Alcaldía de Santo Domingo Este.
Una realidad semejante parece estar ocurriendo con la propuesta senatorial por parte de los principales partidos políticos que intervienen en la batalla deliberante.
Aún se reconoce falta un corto tiempo para la materialización del sufragio, se siente una pesarosa atmósfera de despreocupación que tiende a cimentar el éxito electoral en resaltar la inoperancia, la ineficiencia y la ausencia de visión gerencial del adversario, olvidando los poderosos recursos mediáticos con que se cuenta y los efectos que podrían generar un cambio inesperado en la valoración y decisión de la población votante.
La alta tasa de ausencia de operatividad política efectiva deambula por las calles y avenidas del municipio resultando tan evidente que, a pesar de existir algunos aspirantes a regidores, en las diversas circunscripciones, a pocos días de vencerse “el plazo fatal” para que se inicie, formalmente, su escogencia, la mayoría de ellos no son identificables por una porción significativa de los potenciales electores.
Sin necesidad de hiperbolizar y tratando de encontrar una razón causal lógica, racional y convincente sobre la aparente inercia y el manto de placidez que actualmente cubre, en sentido general, el ambiente electoral en Santo Domingo Este, todo tiende a indicar que está prevaleciendo en la planificación y ejecutoria de las estrategias patrocinadas por las cúpulas partidarias, la arriesgada y no siempre fértil decisión de dormirse en los laureles.
Ojalá sea otra la realidad, mientras tanto, esperemos el ineludible transcurrir del tiempo y ya veremos lo ocurrido… No desesperéis…!!