Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO ESTE, RD.- En las calles bulliciosas y los rincones tranquilos de nuestro querido municipio, resuena el eco de promesas electorales. Entre los candidatos que buscan ocupar la alcaldía, uno en particular ha llamado la atención: Dio Astacio, conocido también como «El pastor sin ovejas» por su falta de conexión con las necesidades reales de la comunidad.
Astacio, abanderado del Partido Revolucionario Moderno (PRM), ha desplegado un discurso que suena a canto de sirena para muchos. Su principal promesa: empleo. Sin embargo, muchos se preguntan si este enfoque está verdaderamente alineado con las necesidades del municipio.
Los ciudadanos anhelan líderes que aborden problemas colectivos y urgentes, como la gestión de desechos sólidos, que tanto afecta nuestra calidad de vida. ¿De qué sirven los puestos de trabajo si nuestras calles están llenas de basura y nuestros ríos contaminados?
Es comprensible que Astacio apunte al turismo como una posible solución económica. Sin embargo, la gente no está interesada en atraer turistas si no pueden ofrecerles un entorno limpio y seguro.
Antes que impulsar el turismo, nuestros conciudadanos desean ver mejoras palpables en los servicios que brinda la alcaldía: calles pavimentadas, recolección eficiente de basura, espacios públicos bien cuidados.
En medio de la vorágine electoral, es crucial que los candidatos como Dio Astacio escuchen verdaderamente las necesidades de la gente. No basta con ofrecer empleo y promover el turismo si no se abordan los problemas fundamentales que aquejan a nuestra comunidad.
Es hora de dejar atrás los cantos de sirena y trabajar en soluciones reales y tangibles para el bienestar de todos los habitantes de nuestro querido municipio.