Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO.- Las recientes elecciones municipales en Santo Domingo Este (SDE) deberían servir como un claro llamado a la reflexión para todos los políticos, tanto los que triunfaron como los que no. Este evento electoral ha sido un indicador contundente de que los votantes han perdido la confianza en la clase política, manifestándose a través de una alarmante tasa de abstención.
La gran cantidad de ciudadanos que optaron por no participar en estas elecciones no puede ser pasada por alto ni minimizada. Es una clara señal de descontento y desconfianza hacia aquellos que aspiran o mantienen cargos públicos. Este fenómeno de la abstención solo beneficia al status quo, al permitir que el gobernante de turno y su maquinaria política mantengan su influencia sin un verdadero contrapeso democrático.
Es necesario que los políticos reflexionen sobre este mensaje que les ha enviado el electorado. No basta con ganar una elección; es imperativo entender las razones detrás de la desafección ciudadana y tomar medidas concretas para reconstruir la confianza perdida. Se requiere un cambio profundo en el modo de hacer política, alejándose de prácticas corruptas o alejadas de las necesidades reales de la ciudadanía.
Los políticos deben dejar de ver las elecciones como simples batallas por el poder y empezar a entenderlas como oportunidades para servir verdaderamente a la gente. Esto implica una mayor transparencia, honestidad y compromiso con el bien común. Deben abandonar la retórica vacía y trabajar en soluciones tangibles para los problemas que enfrenta la sociedad.
En conclusión, las elecciones municipales en SDE deben ser un punto de inflexión en la forma en que se hace política en la demarcación y en todo el país. Los políticos, tanto ganadores como perdedores, tienen la responsabilidad de escuchar el mensaje claro que les ha enviado la ciudadanía y actuar en consecuencia. Es hora de un cambio real y significativo que restaure la fe en el sistema democrático y ponga el poder en manos del pueblo, donde verdaderamente pertenece.