Por Miguel Espaillat Grullón – Bronx NY
Preliminar
A – El diccionario de la Real Academia de la Lengua define el adjetivo divo, con las acepciones siguientes: 1- Dicho de un artista del mundo del espectáculo, y en especial de un cantante de ópera: 2- Que goza de fama superlativa. 3 – Deidades gentílicas, a los emperadores romanos a quienes se concedían honores divinos después de su muerte, y, por ext., a otros personajes ilustres. Divo Augusto. En el caso que nos ocupa, el Divo Leonel.
B – En otra página del diccionario referido, el significado de cativo es el siguiente: persona carente de cualidades físicas, intelectuales o morales dignas de aprecio. Divo es su antónimo. Hecha esta aclaración pasamos al desarrollo del tema que corresponde al título de este texto.
1 – Leonel, como es natural, ha venido sufriendo la degeneración cerebral que nos acontece a todos con el pasar de los años. Hoy, ese declive mental se nota, al ver, que en sus exposiciones, ese “León” ya no exhibe la brillantez de sus otrora poderosas facultades mentales. No obstante, en ese deterioro, este ex divo, aún tiene destellos de clarividencia, en los cuales afloran algo de su antigua perspicacia, sagacidad y agudeza, pero no exenta de la maldad que es inherente a su naturaleza, lo digo por aquello, de que, “genio y figura hasta la sepultura”, o porque lobo viejo pierde el pelo, más no así las mañas, puesto que estas permanecen latentes en el código genético esperando las condiciones que les permitan manifestarse.
2 – Pese a su declinación mental, Leonel sabe perfectamente lo que hace. El aplica para un pueblo que él cree ignorante y que no sabe conceptualizar, las técnicas de comunicación usadas por el nazi Joseph Goebbels para lavado de cerebro, control del pensamiento, manipular e hipnotizar a las masas, para llevarlas a una sumisión abyecta. Mas tarde, estas técnicas fueron explicadas por el doctor Joost Meerloo en su obra Rape of the Mind (La Violación de la Mente).
3 – Estas técnicas de comunicación y de otros tratos a las masas para ganar simpatías electorales, las han venido usando en nuestro país los políticos más perversos valiéndose de medios de comunicación mercenarios. Como en antaño, a Leonel estas técnicas les dieron resultado, ahora, él las está repitiendo para ver si pesca otra vez en el río revuelto y turbio por la confusión y el miedo que ellos mismos han sembrado con sus obras y acciones contra el país, pero que ahora quieren obviar sus responsabilidades en esta debacle, para endilgárselas a otros con discursos cargados de premoniciones apocalípticas, advirtiendo un futuro catastrófico para el país, si ellos, no llegan de nuevo al poder.
4 – Por suerte, el pueblo al que actualmente Leonel se está dirigiendo, ya no es el mismo que él manipuló hasta embobarlo para llegar al poder en 1996. En esta ocasión tenemos a un pueblo más concientizado, que sabe separar el grano de la paja, cuestión esta, que en caso de Leonel es sumamente fácil, porque sus pecados no son pajitas, sino, vigas y pajonales.
5 – Al efecto, los sofismas de Leonel son rechazados con indignación y vehemencia por la mayoría de la población consciente, que para defenestrarlo, le sobran argumentos. Todavía Leonel no ha podido explicar las sinrazones por las cuales entregó nuestro oro a la Barrick Gold 97 a 3, y concederles otros beneficios, como son combustible subsidiado, exoneración de impuestos fiscales y arancelarios y cederles de gratis el uso del agua de la presa de Hatillo. En este festival de concesiones indecentes, resalta, acordar pagar beneficios, sólo cuando el oro es sacado en lingotes, no así cuando es sacado sin procesar. Para peor, Leonel estableció un sistema de valoración de ese oro, sin tomar en cuenta el alza de la onza de esa riqueza nuestra en el mercado internacional.
6 – Si ese contrato con la Barrick Gold, Leonel lo hubiese negociado acorde con los intereses de la República, hoy, ya hubiésemos pagado la deuda externa y tuviéramos ingentes reservas de oro en el Banco Central, las suficientes, como para que hoy, nuestro peso estuviera a la par con el dólar. ¡Pero fíjese usted!, ese metal precioso va a parar a los magnates de Wall Street, de Francia e Inglaterra, y a las bóvedas de los bancos centrales, de aquellas naciones imperialistas que como el caso de Francia posee la tercera reserva mundial de ese metal, sin tener una sola mina de éste. Esta barbaridad, que constituye la extracción de aquella enorme riqueza extraída de las montañas de “Pueblo Viejo”, solo ha sido posible por la existencia de lacayos nacionales, que se prestan por coimas millonarias para semejante acto de traición contra la patria.
7 – Para más indignación de los dominicanos que nos duele el país, Leonel declaró la vileza, de que ese contrato concesionado a la Barrick Gold por él, constituía un “modelo de contrato”, porque con el mismo, la RD salió gananciosa. ¡¿Podrá usted imaginar semejante burla y vagabundería, cuando ese 3 por ciento no da ni para cubrir la restauración del daño ocasionado al medio ambiente?! Esta canallada de Leonel, solo es una muestra de las tantas acciones execrables que él llevó a cabo contra nuestro país. No expongo más de estas aberraciones, para no llover sobre mojado, dado que las tantas ignominias de Leonel contra la nación, son bien conocidas por la mayoría de un pueblo que hoy lo repugna y ante el cual ha perdido credibilidad y respeto.
8 – Siempre que Leonel hace una declaración pública, la embarra cada vez más. Es algo tétrico en boca de Leonel decir, que Abinader “tuerce la realidad burlándose de la inteligencia de la gente, y enfatizar, en que el jefe del Estado se deje de las fábulas, que hable menos y haga más por los dominicanos, cuando PLD tuvo 20 años gobernando, y no solucionaron ni un solo de los grandes problemas estructurales de los dominicanos.
9 – En los gobiernos de Leonel, los funcionarios peledeistas solo se ocuparon opíparamente de ellos. Se subieron los sueldos a cifras obscenas con relación a los devengados por la mayoría de los servidores públicos, con la agravante, de que robaron hasta más no poder, y hasta tuvieron maridaje con poderosos narcotraficantes y con otros bastiones del bajo mundo, valga decir, con muchos personajes del crimen organizado.
10 – El dominicano – planteo yo – como mecanismo de sobrevivencia, siempre se las arregla para hacer un chiste de cualquier tragedia. En una chercha de colmadones, donde se debatía sobre las invectivas de Leonel contra el gobierno de Luis Abinader, alguien trajo a colación reflexionar, si Leonel no sabía, que mantener a los policías con salarios de hambre era arrojarlos al narcotráfico y a la comisión mil diabluras para poder subsistir, En este tenor, alguien más enriqueció la chercha, al referir, ¿que si Leonel no sabía que con los salarios de hambre con que él mantenía a los guardias en la frontera era la fórmula perfecta para el comercio de trasiego de haitianos hacia nuestro territorio? En aquel momento, uno del grupo, acalorado, después de soltar una andanada de epítetos impublicables contra Leonel y sus conceptualizaciones, donde no se le escapó ni su madre, soltó la diatriba: ¡Leonel lo que es un intelecñame, un intelectusa! A seguidas, las carcajadas, fue colectiva.
11 – Todas estas defenestraciones contra Leonel significan, que él, ante la mayoría del pueblo ha perdido total credibilidad y respeto. Para darnos cuenta de esa realidad, solo hay que analizar el tipo de comentarios que se escriben al pie de cualquier declaración suya. Es lamentable que el pueblo se exprese así de uno de sus expresidentes, y más, de alguien como Leonel, que pudo hacer algo bueno por su país, y no lo hizo, porque se corrompió. Ahora, él, en vez de reflexionar y pedirle perdón a su pueblo, se radicaliza e insiste en sostener que él ha sido lo mejor que le ha pasado a la República Dominicana. El mismo se reputa divo, a espaldas de que el pueblo lo pondera cativo. Este es un caso típico de alguien con perfil hedonista y megalómano.
12 – Mis detractores dirán, que lo mismo sucede con las opiniones que se vierten al pie de mis artículos, lo que es cierto, con la salvedad, de que ellos solo me hacen ataques puramente personales, dado que, ante las contundencias de mis escritos, no tienen argumentos sólidos para combatirme. Epítetos tales como cuponero, gringo postizo, borrachón, comunista, sinvergüenza, pájaro, etc., no son argumentos ni conceptos para un debate científico de las ideas. Al contrario, los ataques con que los adversarios de Leonel lo embisten, lo hacen con hechos ciertos, consignados como violatorios a nuestra Carta Magna y tipificados en el código penal, como crímenes de lesa patria.
13 – En los comentarios referidos hacia Leonel, se usan epítetos y expresiones degradantes, tales como: Leonel, ya lo que da es asco y vergüenza. Esa lacra solo es un encantador de serpientes. Ese hombre es anormal. Ese tipo es un mentiroso, un charlatán, un hipócrita, un cínico, un perverso, un fanfarrón, un rufián, un simulador. Ese hombre no tiene calidad moral para hacer las críticas que hace. Ese carajo, es un sinvergüenza, un ególatra, un disparatoso. Leonel, lo que debiera es estar preso en Najayo. En los comentarios aludidos, en ese mismo tono y en cualquier rincón del país, de Leonel se dicen cosas impublicables por mi pluma.
14 – A la luz de los hechos abominables cometidos por Leonel y sus cortesanos contra la patria, son abrumadores las evidencias de que ellos saquearon a nuestro país inmisericordemente y que lo hundieron en el lodo de la iniquidad, la injusticia y la inmoralidad. En una situación así, sin mayores esfuerzos, si Leonel tuviera algo de sentido común, vergüenza y dignidad, más un espíritu cultivado para hacerse de una humanidad con temor a Dios, iso facto desistiría de sus magras aspiraciones, al comprender, que ya no goza de la confianza, ni del respeto ni de la credibilidad del pueblo que pretende gobernar, y que por lo tanto, seguir con ese objetivo con tan alta tasa de rechazo, es nadar contra la corriente o implicarse en una misión que sólo sería posible imponiéndose a sangre y fuego, para derivar en una dictadura férrea, como se hacía en antaño.
15- Esta irracionalidad de Leonel, de insistir en un objetivo presidencial inalcanzable, da pie, a que sea cierto mi planteamiento, de que él está afectado por una degeneración cerebral producto de los años y de un ejercicio insano de su vivir. Esta pérdida del juicio (tal como le sucedió a don Juan y sucede a todos los humanos), es una de las razones, por la que él, y no Luis, es quien está perdiendo la perspectiva de la realidad política. En esta metamorfosis, es él, y no Luis, quien con fábulas envenenadas pretende torcer la realidad y burlarse de la inteligencia de nuestra gente.” Dada esta evidencia, mi hipótesis de su deterioro mental, puede pasar a teoría; y a cierto, lo de intelecñame e intelectusa, y lo de divo, a cativo. En Leonel, lo de falso profeta, es un hecho.
16 – Todo lo que brilla no es oro ni diamante. Bosch se equivocó al valorar a Leonel como oro puro o diamante sin pulir. Él, no era una cosa ni la otra. Este personaje era, es y será, pura hojalata o cartón mojado en fango. Leonel tuvo la oportunidad y el privilegio de casarse con la gloria, pero al corromperse, tiró por la borda tan grande y hermosa oportunidad. Sus desviaciones lo han llevado a formar parte del listado de políticos chatarras de la República Dominicana y de Latinoamérica, valga decir, como Juan Orlando Hernández, Juan Guaidó, Mauricio Funes, Salvador Sánchez Cerén, Tony Saca, Francisco Flores, Vicente Fox, Felipe Calderón, Carlos Salina, Alan García, etc. Leonel, es uno más de esos verdugos de su propia patria. El no pertenece al grupo de honorables como Manuel López Obrador y Nayib Bukele. ¡En verdad, cuanto lo siento!
El que tenga oídos, que oiga…