El Hotel Montaña y el aeropuerto de Buena Vista en Jarabacoa

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Por Roberto Veras

JARABACOA, LA VEGA.- En la década de 1950, el municipio de Jarabacoa, situado en la provincia de La Vega, era testigo de un aeropuerto que hoy yace desaparecido, pero que en su época desempeñó un papel crucial en el abastecimiento del Hotel Montaña de Jarabacoa. Este establecimiento, emblema de la región, dependía en gran medida de los suministros que llegaban a través de dicho aeródromo.

Tras la llegada de la expedición del 14 de junio, el dictador Rafael Trujillo tomó medidas drásticas para evitar que situaciones similares se repitieran en el futuro. Con la intención de eliminar cualquier posibilidad de uso del aeropuerto de Jarabacoa como pista de aterrizaje clandestina, ordenó la destrucción de la pista.

Se dice que Trujillo envió un gredal o tractor para pasar sobre la pista, dejándola inutilizable para cualquier intento de aterrizaje. Esta acción fue un claro mensaje de su autoridad y determinación para mantener el control sobre la región y evitar cualquier desafío a su gobierno.

A partir de entonces, la pista de aterrizaje de Jarabacoa quedó sepultada bajo el peso de la maquinaria, convirtiéndose en poco más que un recuerdo de tiempos pasados. Nunca más se volvería a utilizar para su propósito original, y su destino quedó sellado como un recordatorio de las consecuencias de desafiar el régimen de Trujillo.

Recientemente, durante un programa de televisión, Delio Gómez Ochoa, expedicionario del Grupo 14 de junio, expuso, públicamente, una anécdota reveladora sobre el destino original de su equipo. Según sus palabras, la intención era aterrizar en el aeropuerto de San Juan. Sin embargo, se vieron impedidos de hacerlo debido a una maniobra del presidente Trujillo, quien había bloqueado la pista con troncos de árboles, imposibilitando así su llegada.

Ante esta situación, el grupo se vio obligado a improvisar y tomar una decisión rápida. Con el destino inicial frustrado, dirigieron su atención hacia la pista de aterrizaje de Buena Vista en Jarabacoa. No obstante, se encontraron con un nuevo obstáculo: la corta longitud de esta pista, que hacía peligroso el aterrizaje. Ante el riesgo inminente, tomaron la determinación de desviarse hacia la pista de Constanza, donde finalmente lograron aterrizar de manera segura.

Esta anécdota ilustra no solo la capacidad de adaptación y resolución de problemas por parte de aquellos que se enfrentaban a desafíos extraordinarios, sino también el papel vital que jugaban los aeropuertos locales en la logística y el abastecimiento de las comunidades circundantes. Aunque hoy en día el aeropuerto de Buena Vista en Jarabacoa haya desaparecido, su legado perdura en historias como esta, que nos recuerdan la importancia de la improvisación y la resiliencia ante la adversidad.