LA HABANA.- Casi 3 años han pasado desde las multitudinarias manifestaciones del 11 y 12 de julio de 2021 en Cuba, protestas que se saldaron con entre 6 y 8 mil detenidos, más de 2000 procesados, y llevaron a prisión a más de mil manifestantes, entre ellos más de 800 que, aún, a día de hoy, cumplen condenas.
Para hacernos una idea de la tragedia de los manifestantes, 225 de ellos fueron acusados de sedición y al menos 222 de entre ellos ya han sido sentenciados a un promedio de 10 años de privación de libertad cada uno. Fue una muestra de la represión absoluta de un régimen que lanzaba un mensaje “ejemplarizante” al pueblo de Cuba en caso de querer salir a la calle para pedir pacíficamente su derecho a la libertad.
A pesar de ello, 3 años después el pueblo ha vuelto a salir masivamente a la calle para expresar su rechazo al régimen y exigir libertad, aun sabiendo que las autoridades castigan con represión y prisión cualquier manifestación ciudadana. Y así ha vuelto a reaccionar el régimen. Durante el pasado mes de marzo 24 ciudadanos cubanos han pasado a formar parte de la lista de prisioneros políticos de Prisoners Defenders tras participar en las manifestaciones pacíficas que transcurrieron fundamentalmente en el oriente del país.
Los municipios con mayor número de nuevos prisioneros políticos por las protestas de marzo son Santiago de Cuba (11), y Holguín (8), habiendo también prisioneros por este motivo en Artemisa (1) , Cienfuegos (1), La Habana (1), Las Tunas (1) y Sancti Spíritus (1). 11 de esos prisioneros políticos fueron detenidos en protestas entre el 8 y el 16 de marzo, los otros 13 presos políticos corresponden a las manifestaciones del 17 y 18 de marzo.