De hecho, sobre la base de una ley de Presupuesto aprobada desde 2019 y actualizada en 2021 comenzará a aplicarse esa tarifa, aunque en 2024 solo en 29 días de abril, mayo, junio y julio. El objetivo, según plantean los promotores de esa disposición, es “definir un nuevo sistema para gestionar los flujos turísticos y desalentar el turismo diario en Venecia en determinados períodos, en consonancia con la delicadeza y la singularidad de la ciudad”.
Sin embargo, el consejero fiscal del ayuntamiento de esa urbe, Michele Zuin, admitió en declaraciones a la prensa el propósito de recaudar dinero, “para compensar los costos en que incurre en Venecia por los servicios, empezando por los residuos”.
El cobro de la entrada se aplicará por el momento únicamente a la ciudad antigua, pero se excluirán las islas más pequeñas, como el Lido de Venecia, Pellestrina, Murano, Burano, Torcello, Sant’Erasmo, Mazzorbo, Mazzorbetto, Vignole, San Andrea, la Certosa, San Servolo, San Clemente y Poveglia, aclara la nota.
Debe pagar su acceso, por un día, toda persona física mayor de 14 años que entre a dicha ciudad, a menos que clasifique entre las categorías de exenciones, y a los infractores se les aplicará una multa de 50 a 300 euros.
Para adquirir el billete, con un código QR, se habilitó un sistema en una plataforma multicanal y multilingüe en Internet, aunque también podrá pagarse en las puertas de entrada a la ciudad, o en algunos lugares céntricos de llegada a la misma, como Piazzale Roma y la estación de Santa Lucía.
Solo se exime del pago a los nacidos en Venecia, quienes trabajen y estudien en esa ciudad, los residentes en la región del Véneto, así como a quienes se alojen en el territorio municipal, los niños hasta 14 años, las personas necesitadas de cuidados y los participantes en competiciones deportivas
Se excluyen además los titulares de la Tarjeta Europea de Discapacidad, con un acompañante, así como el personal perteneciente a las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Policía, incluidos los bomberos.
La medida es cuestionada por habitantes de la ciudad, quienes temen consecuencias negativas para el turismo y sus negocios, y realizarán una protesta este jueves en el céntrico destino veneciano de Piazzale di Roma.