Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO, RD.- El próximo domingo, los resultados de la Junta Central Electoral nos mostrarán una vez más la realidad política que se vive en nuestro país. Mientras algunos candidatos gozan de una popularidad impresionante entre el electorado, esta no siempre se traduce en votos. La razón es sencilla: la popularidad sin una estructura de apoyo sólida es insuficiente para ganar elecciones.
La política no se juega solo en los medios de comunicación o en las redes sociales. La verdadera batalla se libra en los barrios, en las calles y en las comunidades. Aquí es donde las estructuras de apoyo, esos engranajes invisibles pero poderosos, marcan la diferencia. Estas estructuras no solo movilizan votantes, sino que también aseguran que las campañas sean organizadas, que los mensajes lleguen de manera efectiva y que los recursos se distribuyan adecuadamente.
Los candidatos que cuentan con una estructura de apoyo fuerte tienen una ventaja significativa. No solo tienen el respaldo de un equipo organizado, sino también de redes de influencia y recursos logísticos que aseguran que cada voto potencial se convierta en un voto real. Estas estructuras pueden incluir partidos políticos bien establecidos, redes comunitarias, sindicatos, organizaciones no gubernamentales y hasta líderes locales que tienen la capacidad de influir en la opinión pública y movilizar a los votantes.
Por otro lado, los candidatos populares sin este tipo de estructura están en desventaja. Pueden tener miles de seguidores en redes sociales y llenar plazas con sus mítines, pero a la hora de la verdad, sin una maquinaria que respalde su campaña, sus posibilidades de éxito disminuyen drásticamente.
La popularidad es volátil y puede no traducirse en la organización y movilización necesarias para ganar una elección.
La historia política reciente nos ha enseñado que la organización y la estructura son claves para el éxito electoral. En muchos casos, hemos visto cómo candidatos con menos carisma pero con estructuras de apoyo bien definidas han salido victoriosos sobre aquellos que, aunque más populares, no tenían la misma base organizativa.
El próximo domingo, la Junta Central Electoral revelará no solo quiénes son los candidatos más populares, sino también quiénes han sabido construir y mantener estas estructuras esenciales.
Será un recordatorio de que en política, como en muchos aspectos de la vida, el trabajo detrás de escena es tan crucial como el que se realiza en el centro del escenario.
La popularidad es importante, pero sin el apoyo estructural necesario, seguirá siendo solo un sueño.