Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO ESTE, RD.- Hoy en día, parece que el mundo del periodismo en SDE está atrapado en una espiral de discusiones estériles que no llevan a ningún lado.
Los periodistas de SDE, en lugar de ser faros de objetividad y verdad, están perdiendo el tiempo en debates sin fin, actuando simultáneamente como juez y abogado.
Esto no solo compromete su credibilidad, sino que también erosiona la confianza del público en los medios de comunicación.
¿Qué nos depara el futuro cuando cada periodista intenta imponer su propia verdad, desechando cualquier perspectiva que no se alinee con su narrativa? La verdad ajena se convierte en una mentira, y la objetividad, en una mera ilusión.
En lugar de buscar la verdad, se persiguen agendas personales y se defienden posturas preconcebidas.
La función del periodismo debería ser informar y educar al público, proporcionando una plataforma para el debate constructivo y la comprensión mutua.
Sin embargo, la realidad actual muestra un panorama diferente, donde las discusiones vacías y la falta de mirarnos a nosotros mismos dominan el discurso mediático.
Es de vital importancia que los periodistas recuperen su papel como guardianes de la verdad y promotores de la transparencia.
Deben recordar que su misión es servir al público, no a sus propios intereses o prejuicios. Solo así podremos avanzar hacia un futuro donde la verdad no sea una víctima de las opiniones personales, sino una guía que ilumine nuestro camino…