Otra Campana… Lo que la oligarquía no le perdona a Nicolás Maduro

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Nicolás Maduro en un acto público en una zona popular del oeste de Caracas.

«Esta película ya la he visto varias veces, es la película de la extrema derecha», subrayó Maduro al condenar, en su discurso de reelección, cada intento de desestabilización del proceso electoral

Por Laura Mercedes Giráldez – Enviada Especial del Granma.cu

CARACAS, Venezuela.– Un obrero dirigiendo un país, eso es lo que la oligarquía de los apellidos no le perdona a Nicolás Maduro. El seguidor de las ideas de Chávez pasó de ser chofer a líder de una nación decisora y ejemplo de autodeterminación en el continente. Otra vez, la mayoría de los venezolanos expresaron, a través del voto, su decisión de elegirlo para guiar el camino hacia la prosperidad.

Maduro, el candidato del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar –compuesto por 13 organizaciones políticas–, manifestó, en el acto de proclamación y adjudicación como presidente constitucional, que los venezolanos, este domingo, lograron «vencer al fascismo».

«Supieron encarar el reto de una campaña electoral en las condiciones más duras: bloqueados, agredidos, que se sintieron en los cimientos más profundos del hogar venezolano», dijo. 

La voluntad de la gente fue expresada a su favor en el 51,2 % de los votos, con el 80 % de las actas de transmisión, explicó el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso. 

La jornada de este 28 de julio transcurrió «conforme a lo previsto en el Artículo 230 de la Constitución. La elección presidencial se desarrolló en un clima de respeto, paz y participación democrática, aunque algunos pretendieron generar violencia. Fueron muchos los ataques a nuestro sistema electoral, pero la capacidad técnica, la moral y la ética del personal del CNE vencieron todos los obstáculos», significó.    

Respecto al ataque al sistema de transmisión de datos, el fiscal general de la República, Tarek William Saab, informó que se coordinó desde Macedonia del Norte. «Esta acción no tuvo éxito, pero ralentizó el proceso y el anuncio de los resultados. Querían adulterar las actas».

Como principal involucrado en este acto terrorista se nombró a Lester Toledo, acompañado por Leopoldo López y María Corina Machado. Precisamente, la líder del Partido Vente Venezuela anunció que tenía en su poder el 100 % de las actas transmitidas por el CNE y, según ella, Edmundo González Urrutia obtuvo el 70 % de los votos, mientras que Maduro, el 30 %.

La Machado exigió que el CNE mostrase las actas del escrutinio, pero ella no reveló las que aseguraba poseer. Manipular los datos y resultados finales es la estrategia ideada por la oposición, con el apoyo de la Casa Blanca, para cantar fraude e intentar repetir el fenómeno Guaidó, de 2019.

En ese sentido, Maduro denunció el intento de golpe de Estado de carácter fascista y contrarrevolucionario que pretenden perpetrar; sin embargo, habrá, «ante cada sorpresa, una respuesta cívico-militar, policial y del pueblo. En cada coyuntura vamos a defender el derecho a la paz y a la vida de la Revolución en este siglo XXI», advirtió. 

Al mismo tiempo, «un grupo de Gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional (…) pretenden desconocer los resultados electorales». Al respecto, a través de un comunicado oficial, el Gobierno bolivariano decidió retirar el personal diplomático en Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, y exigir a estos Gobiernos el retiro de manera inmediata de sus representantes en territorio venezolano».